EL APOYO AL EJÉRCITO DEL SULTÁN
En diversos escritos árabes quedaron reflejado las ayudas y socorros que en toda contienda bélica existieron; y que en este caso no iba a ser menos.
En el diario de Juan Caballero, se ofrecen algunas indicaciones , aunque no están detalladamente ordenadas; es cierto que existieron refuerzos militares en este asedio, y que se tiene conocimiento de la llegada de pesadas armas de fuego y, cañones de unas especiales características.
Es cierto, también, que en el diario no aparece ni el número ni la clase; sin embargo, él no aseguró la llegada al campamento durante el periodo del asedio, exceptuando lo que refleja el día 13 de febrero.
Parece ser que la decisión del ejército del Sultán de lanzarse al asalto de la fortaleza fue por la difusión de los responsables de este ejército de que se dirigían a la Plaza de Melilla para llevar a cabo el asedio de la fortaleza en un corto espacio de tiempo.
La fortaleza tuvo conocimiento de que el sultán a su llegada aumentó el número de cañones de los que ya se encontraban en el campo de batalla, y que con la información de la llegada del "protector" tendría lugar el transporte de un nuevo cañón.
Según una carta de Gibraltar fechada el 6 de febrero de 1775, el comandante Farayi transportó seis cañones nuevos de bronce con el deseo de enviarlos a las islas Chafarinas (islas Quebdana) y posteriormente al campamento del Sultán en Melilla. (AHN Est 4309)
El "protector"Abdessalam se trasladó a Tetuán para supervisar el transporte de todo el material por mar a las costas de la región en conflicto -de Cádiz informaron que los días 6, 7 y 13 de marzo transportarían cañones desde Tánger y Tetuán, y de que el día 17 de enero se transportaron 10 cañones. Todo ello quedó reflejado en su libro "La casa de Suluk" del "protector" Abdessalam-
para llevar a cabo su transporte desde aquí por tierra con la supervisión de Abderrahaman. Según un informe de Melilla del 20 de enero los sitiadores trajeron artillería de grueso calibre; grandes cantidades de bombas, cuerdas, picos y palas; transportándolas a las costa del Rif bajo la supervisión del mencionado Abderrahaman, y las dirigieron a la Plaza de Melilla, (AHN Est 4312)
pese a todo eso los resultados de aquellos movimientos no aparecieron confirmados durante la ordenada exposición del diario.
Al campamento del Sultán, quizá, le llegó una nueva remesa de cañones en buen estado; desde Cádiz, Málaga y Gibraltar mandaban órdenes para Ceuta solicitando se impidiera el paso de las embarcaciones de los sitiadores a las costas en litigio, además, en otro momento el diario afirma que en otro periodo del asedio la mitad de los cañones -diecisiete- se encontraban inutilizados y no eran buenos para su uso.
El diario refleja, también, la llegada al campamento del Sultán de cargas de sacos que eran transportados a lomos de animales de carga. Los españoles estuvieron persuadidos de que lo que llegaba al campamento eran municiones de guerra; morteros,cartuchos para los cañones, y artículos necesarios para el uso diario en relación con el asedio.
Quedaba por recordar la cantidad diaria y desquitar el consumo de granadas y proyectiles de cañones que se arrojaron precipitadamente sobre la fortaleza.
Acerca de esta munición de guerra, las informaciones que ofrece el diario de etapas y sus exploraciones durante la campaña serán.
Día 13 de diciembre, 48 mulos cargados; al 4º día del asedio.
Día 4 de enero, 50 camellos cargados; a los 21 días del asedio.
Día 8 de febrero, 100 mulos cargados; a los 30 días del asedio.
Día 10 de marzo, 30 camellos cargados; a los 34 días del asedio.
Día 13 de marzo, 60 camellos cargados.
la fortaleza se preocupó de investigar la fuerza y el bombardeo del enemigo, así como, la duración e interrupción durante las cinco jornadas de aprovisionamiento, con la tentativa de investigación sobre las clases de necesidades de las municiones de guerra.
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