viernes, 25 de junio de 2010

EL KIWI (Apteriz australis)

El símbolo nacional de Nueva Zelanda, protegido y respetado por los hombres se encuentra en vías de extinción.El Kiwi -Apteriz australis- tuvo que ser incluido en una familia especialmente creada para él, debido a ser un animal extravagante; se puede decir sin ninguna exageración, que es el "ave extraña entre las extrañas".

Al ser el único representante de este orden y Familia lo clasificaron en la de los apterígidos -aves sin alas-. Esta familia se sitúa en la base del ramal de las aves de la clasificación sistemática. En efecto, no creo exista ave más primitiva .

El kiwi, se oculta en lo profundo de la selva,l en las estepas pantanosas de Nueva Zelanda, si como antes manifesté, disfruta de numerosas protecciones éstas no alcanzan a los perros, gatos, lobos, marsupiales, y otros depredadores que atraídos por su muy apreciada carne van diezmando, poco a poco, a la ya escasa colonia de kiwis; todo esto unido a otras causas generaron en la desaparición de los habitantes de las antiguas selvas que aún existen al norte de Auckland y en las estepas palustre que bordean la bonita bahía de Plenty, donde brotan los célebres geiseres.
El kiwi es del tamaño de una gallina grande, cubierto con un plumaje de color pardusco oscuro, tan áspero que fácilmente podríamos confundirlo con una capa de pelos, anda bamboleándose sobre unas patas rechonchas, cortas, con cuatro dedos de afiladas uñas, implantadas bajo su cuerpo de una excéntrica manera. No tiene alas, ni tampoco cola visible, las alas han quedado reducidas a muñones, desprovistos de plumas que desaparecen bajo el vellón.
El pico es largo -de diez a veinte centímetros de los cincuenta y cinco que mide de longitud- y vuelto hacia abajo, con largas cerdas dispuestas en la base, teniendo sus fosas nasales en la extremidad del pico; se alimenta excavando el suelo sin descanso en busca de lombrices, larvas e insectos. En este ave es muy normal que los sentidos del gusto y olfato estén muy desarrollados, no así el sentido de la vista puesto que no le es de utilidad.
Algunos zoólogos manifiestan, que las cerdas que se encuentran en la base de su pico y que le sirve para detectar las presas, están tapizadas de células muy sensibles que reaccionan al ruido y las vibraciones. Su nido es construido debajo de las raíces de los árboles, en el suelo, entre la vegetación y las rocas, depositando en él generalmente uno, a veces dos huevos de color blanco de aproximadamente medio kilo de peso cada uno, éstos son incubados sólo por el macho durante unos ochenta días, una vez nacida la cría o las crías -de ahí que esta débil fecundidad no pueda proporcionar un porvenir seguro- permanece en el nido una semana, luego se desplazan conducidas por el macho.
La hembra es algo mayor que el macho y pesa tres kilogramos; mientras que éste sólo pesa dos, llegando algunos ejemplares de kiwis a pesar los cuatro kilogramos.

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