viernes, 5 de julio de 2013

EL PETIRROJO (Erithacus rubecula) ANÁFORA


Alguna aves europeas, a través de los tiempos han inspirado poemas, versos o incluso han sido introducidas e inmortalizadas, sus cantos, en famosas obras musicales.
Es cierto que la complejidad de los cantos de la mayoría de las aves dificultan su adaptación a la música, aunque en obras de Vivaldi, Liszt o Beethoven aparecen a menudo melodías del ruiseñor y el cuco. Sin llegar a tanto, un conocido nuestro -el petirrojo- cuyo canto es dulce y con gorjeos con un tono ligeramente melancólico nos hace recordar bellas melodías dignas de ser incluidas, por ejemplo, en el "cuarteto de cuerda en F. Op. 96" de Dvorak; también conocido como "Cuarteto Americano", al igual que se oye al tángara escarlata, poniendo mucha atención.
Independientemente de encontrarse el petirrojo entre las mejores aves canoras, viene hoy por derecho propio como uno de los protectores de la naturaleza
No hay medio vegetal que haya recibido tanto sello del hombre como los huertos y jardines. Con el uso de los abonos, la hibridación, los injertos y diversos tratamientos, modificamos a nuestro antojo e intentamos plegar a nuestras exigencias una cosa tan diáfana y precisa como la vida botánica.
Una pléyade de animales parásitos dan lugar a la presencia en jardines y huertos, de tal o cual animal. Por referirme a alguno de ellos diría que son aficionados a los frutos (las larvas de los insectos) y a las plantas toda clase de pulgones que son atraídos a estos lugares donde están seguros de encontrar su alimento.
Refiriéndome a los jardines, son estos diversos insectos los que estropean la laboriosa obra del hombre, referente al cuidado y cariño que éste pone en sacar el mayor embellecimiento a esos jardines para darnos el placer de su contemplación. Trabajando con todo un arsenal químico y renovados métodos en una lucha contra reloj para poder prevenir sus ataques. Estas maniobras son a menudo inoperantes. En los peores casos se vuelven contra nuestros aliados -los pájaros- cazándolos o envenenándolos. sin pensar que los verdaderos enemigos de nuestros parques y jardines, aquellos que debemos cazar son entre otros, pulgones, insectos, orugas, etc...
Podemos pensar por un momento que cada trozo de parque o jardín es un escenario donde tiene lugar una pequeña tragedia, cuyo trágico final se ve a veces convertido en un final feliz gracias a uno de tantos amigos alados como el petirrojo muy vivaz e inquieto que posee la facultad de alimentarse de insectos en todas las fases de evolución, arañas, gusanos, pequeñas babosas y pulgones.
Pertenece a la familia de los túrdidos, siendo su nombre científico -Erthacus rubecula- y es una de las veintitrés especies de túrdidos de las trescientas diez que existen en el mundo que crían en Europa. Mientras que el jardín proporciona lugares naturales para anidar existen aves que los hacen en arbustos, árboles y en la hierba, aquellas otras que anidan en agujeros de árboles raramente encuentran un lugar propicio. Aquí es donde si queremos que estas aves protectoras de jardines nos ayuden a combatir a los enemigos de nuestras plantas, debemos proporcionarles cajas anideras para que puedan criar.

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