TERRERA COMÚN (Calandrella cinerea)

Uno de los Aludidaes es la terrera común, ésta es una de las ocho especies que crían en Europa, de las setenta y cinco existentes en el Viejo Mundo.

Todas las mañanas, en plena canícula, es la mejor hora para observarlas cuando acuden a los abrevaderos. Entre estas bandadas observamos también a las gangas, calandrias, cogujadas y trigueros.

La terrera común, tiene una longitud de catorce centímetros, es una pequeña alondra de color arenoso pálido, con pico corto y amarillento, no posee cresta. Sus partes inferiores son de color blanco con una banda que atraviesa su pecho, de color ante pálida, sin listas.

Esta terrera se caracteriza por su color de tono terroso; necesita de planicies con vegetación herbácea; y se adapta tanto a los pastizales esteparios así como a los barbechos y sembrados, sobre todo de cebada. Aquellas terreras cuyos núcleos anidan en regiones cultivadas sufren el destrozo de muchos nidos, que quedan agravados por la práctica agrícola de pasar al tractor con el rulo sobre las siembras a principios de abril, esto se hace para compactar la tierra contra las raíces y de paso para que no sufran las cosechadoras durante la siega, al tropezar las cuchillas contra los tornos. Las calandrias también sufren esta actividad en sus nidos.

Habitan en los terrenos pedregosos y arenosos claros, dunas, marismas y barrizales secos. Nidifica en el suelo en lugares abiertos, pero generalmente resguardado por una mata.

Este nido es una taza profunda construida dentro de una depresión, de hierba seca, tallos y raíces, tapizado su interior con pelo, lana y plumas.

A veces suele acumular pequeñas piedras o tierra en el borde exterior. En este nido la hembra deposita de tres cinco huevos; son subelípticos, lisos y brillantes. De color variable, normalmente son blancos o amarillentos; con manchas y motas de pardo claro y gris. La incubación es llevada a cabo por ambos progenitores, fundamentalmente por la hembra.

El polluelo nace nidícola y con plumón, que es bastante largo; su boca es de un color amarillo fuerte con paladar naranja. Posee cinco manchas negras, dos a cada lado de la base de la lengua y una en la punta. Busca su alimento en el suelo para picotear las semillas e insectos que forman su dieta. Entre la hierba persigue a grillos y saltamontes, que, aunque sean de gran tamaño, despieza y devora.