Los hydrobatidaes, abarcan a veintiún especies en todo el mundo, de las cuales dos crían en Europa.
Son las más pequeñas de todas las aves marinas oceánicas. La mayoría de estas aves tienen el plumaje negro fuliginoso, presentando manchas blancas encima del obispillo; otros tienen las partes inferiores blanca y, también lo encontramos de color completamente negro.
Tiene una longitud de unos dieciséis centímetros, algo mayor que una golondrina y, con una envergadura de treinta y seis centímetros; cuando lo vemos volar nos parece que vemos a un avión común, pero carece de la cola ahorquillada de éste.
El paíño común, cuando sigue a los barcos de pesca lo hace volando a vela.
Este paíño es pelágico -frecuenta la alta mar- y pasa la totalidad de su vida entre las tormentas que muy a menudo azotan el océano. Es muy distraído verlos tomar altura y lanzarse con un rápido aleteo sobre las olas sin ser cubiertos por éstas y ni siquiera ser alcanzados.
Cuando los veía seguir al barco, lo hacían para buscar los organismos marinos que impulsaban a la superficie las grandes hélices. Donde en la superficie es cuando se alimenta, la mayoría de las veces, de estos organismos. Este pequeño tamaño del paíño común, no es obstáculo para pasar la mayor parte de su vida en la mar y, no es muy visto desde la costa.
Su área geográfica la situamos al este de los Océanos Atlántico norte y sur y el mar Mediterráneo.
Su emigración -en invierno- la efectúa hacia el sur alcanzando la costa oeste de África del Sur.
Su nidificación la llevan a cabo en islas desnudas que se encuentran alejadas de la costa con lugares rocosos.
El nido es un túnel que excavan ellos mismos con una cámara para la incubación. En esta cámara el paíño común deposita un solo huevo; apenas deposita material en este nido, su color es blanco, sin brillo y es incubado por la pareja.
El polluelo nace nidícola, con plumón.
En la península ibérica lo vemos en el cantábrico y en el Mediterráneo y, en las Baleares.
En el norte la pérdida de muchos nidos -madrigueras- es debido a la nieve tardía que cubre la entrada de estos nidos y los hacen irreconocibles. Otros grandes enemigos son las ratas; y los gatos y los perros cuando hacen sus nidos entre las rocas y montones de piedras.
Crían también en todas las islas del mar Mediterráneo.
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