Con una longitud de veinticuatro centímetros el vuelve piedras, es la única ave zancuda que se alimenta moviendo las algas y las piedras de su entorno.
Posee un plumaje nupcial policromado e inconfundible; en invierno el mentón y el vientre son blancos y, el resto del plumaje es pardo negruzco con el margen de las alas blanquecinas.
La descripción del vuelvepiedras es: pico algo curvado hacia arriba, corto y recio, y las patas cortas y de color naranja. El policromado de la época nupcial es como el caparazón de una tortuga -negro, blanco y pardeo herrumbroso-, que le hace pasar desapercibido.
Habita las zonas secas y claras de las costas rocosas;islas de ríos y las situadas cerca de la costa. Cuando llega el invierno, le vemos en las costas y bocas de estuarios, y a veces, en las marismas.
Cría en las costas septentrionales y se extiende hacia el sur hasta el sur de Escandinavia.
Pasa el invierno en el mar del Norte y la costa atlántica y, hacia el sur en las costas de la península ibérica y en toda África del norte.
Nidifica en el suelo, a veces, varias parejas juntas. Este nido es una depresión somera; con tapizado de vegetación local. Realiza una sola nidada, generalmente de tres o cuatro huevos; son lisos y brillantes, de color verde muy pálido, azul verde u oliva claro, la cáscara está muy manchada. Incuban ambos sexos, al comienzo lo hace sólo la hembra; después le ayuda el macho.
El polluelo nace nidífugo y con plumón. Por debajo del plumón lo vemos blanco.
A menudo lo observamos en las costas rocosas en unión de los Correlimos oscuros y del Archibebe común.
Se alimenta revolviendo las piedras para buscar los pequeños crustáceos; también hace girar las botellas de plástico y todo aquél objeto que puedan alojar algún alimento apetecible. Se les ha observado volviendo piedras con un peso doble del peso del ave. Para ello se vale de su pico curvado hacia arriba.
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