martes, 14 de mayo de 2013

GOLONDRINA COMÚN (Hirundo rustica)


Existen aves que se han acostumbrado perfectamente a convivir con el hombre, y buena prueba de ello es la golondrina común (Hirundo rustica).
Esta ave tan popular, goza de toda protección general, desde antaño son considerada de buen agüero el que ubique su nido en las casas y cobertizos. Existe una piadosa leyenda que identifica a la golondrina común responsable de llevarse la corona de espinas de Jesucristo, al tiempo que se le grababan indeleblemente las manchas rojas en la frente y en la garganta, para testimoniar su intervención caritativa.
Tiene la cola ahorquillada, la frente y la garganta de color pardo rojizas. Poseen un vuelo rápido y constante, caracterizado por cambios de rumbo repentinos y progresivos. Su canto es agradable, débil y gargantee, que suele emitir en vuelo o posada.
Se la reconoce con facilidad cuando vuela por su color dorsal negro azulado, de reflejos metálicos, y cola ahorquillada, que luce al papar insectos voladores, con bonitos arabescos y regateos espectaculares. Cuando la observamos de frente, posada en los hilos de la corriente eléctrica, resalta la alternancia tricolor de garganta roja, banda pectoral azul oscuro y vientre de color crema; son inconfundibles, las larguísimas plumas exteriores de la cola, de rasgo orientador.
La golondrina común regresa de sus lares de invierno en la primera mitad del mes de abril, llegando primero los machos solitarios. Regresan, casi siempre, a su nido de años anteriores, donde se reune poco después con la misma hembra del año anterior.
Cría en gran variedad de hábitat, pero muy particularmente cerca del agua y en campo abierto. Observamos que el nido está pegado a una superficie vertical, pero requiere algún soporte.
El emplazamiento natural son los techos de cuevas, en cornisas y vigas en edificios, de todo tipo. Excepcionalmente en lugares abrigados; en estos lugares suelen vivir varias parejas en perfecta armonía.
El nido es una taza abierta somera de bolitas de barro mezclados con fibras vegetales y restos de plantas; dispersamente tapizada de plumas que es construído por ambos progenitores.
En general, en este nido deposita la hembra de 4 a 5 huevos; de figura subelíptica largos a ovales. Lisos y brillantes, de color blanco con manchitas pardo rojizas; las crías nacen nidícolas y con plumón, en la cabeza y espalda largo y disperso,
Al igual que los aviones y vencejos, estas aves cazan al vuelo, aunque su alimentación difiere mucho de las especies mencionadas, debido principalmente a que prefieren hacerlo en alturas más bajas y con mucha frecuencia por encima del agua, en vuelos incluso rasantes.
Su dieta la compone una gran variedad de insectos generalmente de poco tamaño, aunque a veces atrapa libélulas y mariposas.

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