sábado, 26 de septiembre de 2009

LA RECOPILACIÓN DEL CORÁN






Estudiando los sentimientos humanos y el carisma del Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él-, vemos que siendo un niño al morir su madre Amina, tuvo que enfrentarse a la vida de huérfano; que en una sociedad basada en la condición social y el comercio no tuvo que ser nada fácil para Él. Todas estas circunstancias nos proporcionan abundante materia de estudio sobre la formación del carácter y la personalidad de Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él).

Cuando Abu Bakr fue designado, en una asamblea de ansar y muhayirun, el sucesor de Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él) se encontró con el problema que representaba la existencia de numerosos fragmentos del Corán que sólo se conservaban en la memoria de muchos fieles que iban desapareciendo por la edad. Muchos, se encontraban escritos en los más diversos materiales (conchas de ostras, pieles de camello, pergaminos, etc,). y estos podrían extraviarse. Entonces, Abu Bakr, usurpando un derecho que hasta entonces había pertenecido únicamente a Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él), y aconsejado por Omar, mandó a Zaid ben Tabit -antíguo secretario del Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- que recogiese todos esto elementos y formase con ellos una recopilación. Debido a este procedimiento se salvó del olvido la parte final de la sura 9 -La Retractación). El texto de esta recopilación, que era propiedad particular del califa, parece ser que lo heredó su hija Hafsa. Se dice que ésta era hermana o hija de Omar ben Al Khatab, sucesor de Abu Bakr.
Al mismo tiempo que se recopiló en el califato de Abu Bakr, surgieron recopilaciones particulares, entre ellas podemos mencionar las de Salim ben Maquil, Abdellah ben Abbas, Ubayy ben Kab, Ibn Masud, Uqba ben Amur, Miqdab ben Ams, Abu Musa Al Asari y, sobre todo la del primo del Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él-, Ali ben Abu Taleb.
Se dice que todas estas recopilaciones discrepaban en asuntos de poca monta, pero este es un tema que debe estar en manos de los exegetas del Corán, y no se debe dar una opinión en un tema tan profundo como este.
Parece ser que con el tiempo se dieron cuenta que todas estas supuestas variaciones del originario texto iban en constante aumento. O sea, que se iban agregando más suras y aleyas, y es de suponer que lo harían según las decisiones de cada uno, y lo que les "convinieran añadir".
Uthman ben Affan, tercer califa, que sustituyó a Omar, se dio cuanta del peligro que esto entrañaba, y decidió poner coto a las divergencias iniciales con la publicación de una versión única, autorizada por el mismo califa de las variadas lecturas y fuese un auxiliar seguro de la memoria en la tarea de construir los distintos morfemas casuales que, con el tiempo, pudieran llegar a alterar sustancialmente el significado del texto original revelado al Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él-.
Uthman, encargó de nuevo a Zayd ben Tabit que preparase una comparación oficial; Zayd, fue auxiliado por Abdellah Ibn Zubayr, Said ben Al As y Abderrahaman ben Al Hariz, que tomando por base se primera recopilación, que se encontraba en poder Hafsa, -cuarta mujer del Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- estableció un nuevo corpus, que parece ser es el conservado hasta nuestros días. Siendo todos los anteriores perseguidos con crueldad, y sólo escaparon a estas persecuciones los que pertenecían a los personajes más preeminentes de la comunidad islámica, como el de Ali, primo y yerno del Profeta, -la paz y las bendiciones sean con Él- y el de Ibn Masud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario