Dentro de la escala zoológica correspondiente al mundo de las aves, los pájaros constituyen una agrupación biológica de gran diversidad.
El descubrimiento de los fósiles del archaeopteryx en las rocas del jurásico, aportaron gran cantidad de luz sobre el proceso evolutivo de las aves; este proceso da comienzo en los reptiles que vivieron en el periodo mesozoico, época secundaria, cuyo principal representante era el dinosaurio. Por sus fósiles sabemos que el archaeopteryx, tenía una cabeza de reptil -con dientes- las vertebras lumbares estaban separadas -como los reptiles- tenía una larga cola y, sus dedos estaban bien definidos en las extremidades anteriores; por todo esto puede ser considerado como reptil, mientras que por estar su cuerpo cubierto de plumas nos indica con claridad la transición hacia las aves. Este paso de un estado a otro, tuvo su punto esencial en la organización de las estructuras del cuerpo para el vuelo, una expresión rudimentaria de este hecho podemos encontrarla en los reptiles voladores del mesozoico, en el mismo archaeopteryx y más concretamente en el conocido mamífero volador, el murciélago.
Aunque las aves modernas nos ofrecen una alta especialización no sólo para el vuelo, sino para sus desplazamientos terrestres y acuáticos, no dejan éstas de mostrar unos rasgos muy definidos, origen de la herencia de los reptiles, como son las láminas córneas del pico, la membrana nictitante del ojo, las escama de los tarsos y dedos.
Existe un ave que puede servirnos de ejemplo para demostrarnos esta herencia, el Hoatzin, que ya tuve ocasión de hablar de él en pasados trabajos; este ave es originaria de las selvas sudamericanas, cuyos polluelos cuando aún no pueden volar se desplazan por los ramajes cerca del nido, gracias a unos auténticos ganchos digitales -dedos- que poseen en las alas, estas garras desaparecen cuando el ave empieza a volar.
Una vez hecho un examen somero del origen de las aves, me voy a referir a un apasionante tema que ya maravilló e intrigó al hombre desde tiempos históricos, como bien lo prueban los frescos de los templos egipcios de hace 4.000 años, la migración.
Muchas teorías han intentado explicar este apasionante misterio. En Europa se creía que las golondrinas invernaban dentro del fango y se dice , que el filósofo griego Aristóteles estaba convencido que los colirrojos se transformaban en petirrojos al llegar el otoño.
las tecnologías modernas como, el radar y el anillamiento de las aves han arrojado sobre este misterio grandes e interesantes conocimientos sobre los aspectos de estas migraciones. Sabemos que migración es el movimiento regular de una especie, desde su hábitat a otro, en distintas épocas del año, pero ¿Porqué se producen estas migraciones?.
¿Porqué las aves realizan estos desplazamientos tan peligrosos, que implican un gran gasto de energía?. Aves que crían en latitudes norteñas se desplazan hacia el sur para escapar de los fríos invernales, aunque existen otras que criando en climas más templados realizan también desplazamientos más al sur.
Podemos pensar que el origen de esta conducta migratoria dio comienzo en Europa durante la última glaciación, a cuyo término quedaron al descubierto nuevos y productivos hábitat para las aves.
Como consecuencia las aves migratorias se adaptaron a un ritmo de vida anual durante el cual ocupan distintos ambientes, compiten con distintas especies y utilizan variadas fuentes de alimentos. Este acondicionamiento debido a los desplazamientos tienen como resultado que su época de cría sea más corta que la de las especies no migradoras.
Pero ¿Porqué migran las aves? El sustento de su alimentación escasea en el norte de Europa durante la época invernal y naturalmente su búsqueda se hace aún más difícil debido a la disminución de las horas de luz. Este problema es solucionado por muchas especies de aves desplazándose a climas más templados. Existen otras causas por las cuales se producen estas migraciones, como le ocurre a la cigüeña de Abdin -Ciconia abdimii- que sus desplazamientos están motivados en respuesta a la alternancia de lluvias y sequías en el continente africano, las cuales determinan también la disponibilidad de alimento.
Las aves durante la migración se exponen a grandes y variados problemas. principalmente se encuentran con que al efectuar esos recorridos en dirección norte-sur y viceversa, deben atravesar tres cordilleras que les crean una barrera de entorno hostil de grandes recorridos, pirineos, Alpes y Cáucaso. Grandes masas de agua, con gran dificultad para el paso de las aves planeadoras, como son los mares, Mediterráneo, Báltico, Negro y Caspio. Vastos desiertos donde escasean los refugios y los alimentos, podemos pensar lo que supondrá a las aves cruzar los 2.000 kilómetros de anchura que tiene el desierto de Sahara.
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