viernes, 18 de junio de 2010

EL SOMORMUJO LAVANCO (Podiceps cristatus)


Mundialmente existen veintiuna especies de somormujos cinco de ellas tienen su hábitat y crían en el continente europeo. Son aves acuáticas, aunque no palmípedas, de pequeño a mediano tamaño, con picos delgados y puntiagudos, y dedos lobulados.
El cuello del somormujo es más largo que el de los colimbos, y el cuerpo al ser más rechoncho da la impresión de que carecen de cola y, como buen buceador la situación de sus patas se encuentran muy atrás en el cuerpo.
El somormujo lavanco -podiceps cristatus- tiene una longitud de cuarenta y ocho centímetros; es el somormujo más grande de los que crían en Europa. En su época de invernada cuando se desplazan, entre otros lugares, a todo el litoral del norte de África y sur de Andalucia -concretamente los he observado en la desembocadura del río Guadalmedina (Málaga) en nuestras playas y puerto-; son muy fáciles de distinguir a distancia, sobre todo de los patos, por su cuello largo y recto y su pico rojizo. No ocurre igual durante su época de cría, ya que en ese tiempo se encuentran los somormujos en Europa Central, Gran Bretaña y en algunas zonas de Italia y Grecia; así mismo en la península ibérica el somormujo lavanco es generalmente sedentario y lo encontramos en abundancia en las zonas húmedas del Centro y del Sur. En la época nupcial presentan un penacho de plumas eréctil.
Cuando se aproxima la época de reproducción estas aves tienen un comportamiento singular para buscar su pareja; recogen materiales simbólicos para la construcción del nido y lo muestran a la pareja, se enderezan sobre el agua pecho contra pecho, despliegan el penacho de plumas color rojo óxido sacudiéndolo, rodean le cuello de la pareja o golpean con las alas.
En esta danza nupcial se hace difícil distinguir a la hembra del macho. Su nido es un cúmulo de plantas flotantes y sólo una pequeña parte emerge del agua; la parte restante que tiene sesenta centímetros de anchura se encuentra sumergida.
Este nido puede ser muy pesado pero para que el agua no lo arrastre suelen los somormujos situarlos dentro del carrizal. En el nido incuba la hembra de tres a cuatro huevos, que aunque al principio son blanco verdoso se transforman más tarde de color marrón sucio. Cuando la puesta es devorada por cornejas y aguiluchos laguneros, tiene lugar una segunda puesta hasta muy avanzado el verano.
Su dieta abarca desde peces, caracoles, ranas y salamandras hasta insectos acuáticos, que son capturados casi siempre por inmersión.
Cuando bucean lo hacen con las alas plegadas, impulsándose sólo con las patas, de forma como lo hace un nadador de braza, abriendo las patas y golpeando hacia atrás. Esta ave fue diezmada por los cazadores de plumas en el siglo XIX, pero desde entonces su número ha aumentado gracias a las leyes protectoras y a la creación de nuevos hábitat.

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