martes, 10 de agosto de 2010

LA REBELDÍA RIFEÑA (Continuación)



EL ENFRENTAMIENTO AL DESAFÍO IMPERIALISTA.

Con la llegada del día 13 de abril de cada año se celebra el aniversario del estallido de la guerra que se denominó "La guerra francesa-rifeña", después de haber transcurrido cuatro años de la inmortal batalla de Anual.
Respecto al profundo interés que se cierne sobre este suceso, en calidad de un punto definitivo en la marcha de la lucha de las cabilas rifeñas y yebalíes contra las fuerzas imperialistas, y cuando existen unas reflexiones directas sobre la naturaleza del enfrentamiento, y una futura balanza de las fuerzas en la zona del norte; nosotros emprendemos con éxito este estudio de eterno recuerdo del aniversario para la presentación de su campaña histórica y por la participación, en la medida posible, y en la explicación de algunos lados oscuros de la carnicería de la guerra del Rif, y la discusión de algunas tesis colonialistas preparadas; ante el orientalismo de algunos sumarios que apuntan a unir lo pasado con lo presente.
La mayor parte de los documentos colonialistas consideran que las fuerzas francesas, se comprometieron a entrar directamente en la guerra después de las iniciativas "provocadoras" que llevaron a cabo los movimientos rifeños y yebalíes en la zona del Uarga, por recomendación de su mando central en Axdir. Esta propuesta, que se asocia a noticias equivocadas y de débil planteamiento, nos empuja hacia el estudio de los más importantes periodos que se distinguió en una jornada (1921-1924); el convoy de reclutas coloniales franceses, que tienen como objetivo la destrucción de los apoyos al movimiento de la resistencia y limitar su influencia y su eficacia, para conseguir después una capacidad y un contacto en diferentes factores que participan de una u otra forma en el estallido de la lucha militar que dio comienzo el 13 de abril de 1925.
Al principio, se debe confirmar el carácter táctico para la reconciliación de franceses y rifeños, durante los primeros días de la guerra, que se completó con unas visitas oficiosas que realizaron los responsables rifeños a cada una de las zonas del sultanato (Fes-Taurit-Uxda...), a Argelia (Orán-Tlemecen...), y la metrópolis francesa Marsella-París...); debido a las facilidades que se dieron por parte de las autoridades francesas en las fronteras orientales a los enviados de la resistencia, para la adquisición de materiales y equipos... A pesar de la importancia de esta reconciliación y de los que participaron en su apertura en relación a la resistencia rifeña, la elección de la etapa -abrió los canales para la conexión y el diálogo, así como la unión de las relaciones bilaterales entre los líderes de la resistencia y los enviados de las autoridades colonialistas, y a su frente el mariscal Lyautey- concertó una limitación de acuerdo a las circunstancias políticas y militares del Marruecos de entonces; sus relaciones precipitadas con España, que agravaron los problemas presente entre las dos (los problemas de las fronteras entre las dos zonas de influencia durante la Primera Guerra Mundial...), su apoyo a la colaboración con la resistencia rifeña y su "apoyo" a la realización de sus deseos especialmente a lo que se refiere la siguiente posición española después de las derrotas que cosecharon las fuerzas españolas en la batalla de Anual y otras después. Su realización con respecto al futuro de la zona de Tánger no pudo ser antes de finales de 1923, y también la aplicación de los proyectos dotados de la prioridad más lejana.
En este marco entra al lado del "Marruecos útil" -según expresión de Lyautey- el paso de Taza que tenía una importancia vital para garantizar la línea de conexión con el Marruecos oriental, y la Argelia "francesa", luego impidió toda relación directa entre la resistencia rifeña y la mayor parte de los luchadores del Atlas Medio, los Beni Urain especialmente

No hay comentarios:

Publicar un comentario