LA GUERRA DEL RIF Y LA OPINIÓN PÚBLICA INTERNACIONAL

LA POLÍTICA DEL APACIGUAMIENTO. Continuación...

Pero la delegación comunista no pudo cumplir su misión, porque el mariscal Petain, que era Comandante General de las fuerzas francesas en Marruecos, dio la orden de prohibir a esta delegación, su entrada en territorio marroquí y, tuvieron que regresar a Argelia que estaba considerada como una prolongación del territorio nacional francés. Y así, los comunistas franceses no ahorraron esfuerzo en sus campañas contra la guerra del Rif y, el Partido Comunista francés no retrocedió ente los métodos de represión que continuaban ejerciendo sobre sus afiliados aunque este sistema político no cesó hasta después del quinto año de su existencia; el periódico "L´Humanité" publicó un resultado inicial, el día 13 de octubre de 1925, de las prácticas de represión a que estuvieron expuestos los comunistas y los simpatizantes, la campaña estuvo en apogeo, y este resultado inicial se personificó en un veredicto de culpabilidad sobre los 113 comunistas los cuales fueron encarcelados con una condena que llegó a los 68 años, y alrededor de 40.000 francos de multa; después de eso en un mes se elevó el número de detenciones, aproximadamente, a 400 a causa de la guerra del Rif y, a pesar de las circunstancias del asedio sobre los rifeños, y al fuerte control en todos los niveles y a la vigilancia de los servicios secretos, los comunistas pudieron penetrar en la opinión pública local en Marruecos, y de cualquier manera colaboraron al levantamiento general en Rabat.

"Abdelkrim pudo con su sabiduría de mando, al tirano de Marruecos Lyautey, demandar su dimisión como primer Alto Comisario de la República Francesa".

EL COMUNISMO EN MARRUECOS

Quizá las visibles victorias políticas que lograron los rifeños en sus enfrentamientos con los franceses en Marruecos es lo que hizo que el mariscal Lyautey presentara su dimisión.

Esto último fue totalmente un desastre colonial y de una gran influencia en el campo de trabajo del desarrollo colonial. Fue capaz de fundar la institución del protectorado francés en Marruecos sobre la base de la sombra, el engaño y la astuta intriga, por lo que se debilitó, muchas veces, la oposición del pueblo marroquí del ataque colonialista.

Este Alto Comisario tenía el respeto y la estima de la derecha colonialista y de las familias aristocráticas de Francia. Asimismo en los círculos militares y políticos franceses le reconocían su alta aptitud en el campo de la estrategia militar y en la propaganda política y ante la angustia de la Primera Guerra Mundial, Francia le llamó para confiarle el cargo de Ministro de la Guerra. Y después de unos pocos meses de ostentar este cargo regresó a Marruecos para continuar una política "la organización móvil" o "la mancha de aceite" que era como aplicaba su método colonial expansionista. Pero los rifeños le prepararon una emboscada y rompieron su intrepidez y sus mentiras reformistas y el empleo de una crítica vigorosa con la manifestación y el respeto legal y la falsa demostración que Lyautey dominaba a la perfección. Abdelkrim no era de la misma naturaleza de Tihami Kalaui, gobernador de la ciudad de Marraquech, la prensa francesa dijo:"en relación a un país como Francia no debe existir aquí un problema rifeño. Conocemos vuestro país y lo amamos, y consideramos que Abdelkrim es de los alborotadores que conocimos en al pasado, y son muchos" Gracias a sus desesperadas luchas y a la justicia en sus asuntos, los rifeños pudieron poner limitación al embaucador Lyautey en Marruecos y su coacción en la anticipación de la dimisión de su cargo como primer Alto Comisario de la República francesa en Marruecos. Naturalmente, antes de su dimisión fechada el 28 de octubre de 1925, tuvo que enfrentarse a la campaña del Partido Comunista francés con apoyo de la lucha de los rifeños.

En general, la propaganda colonialista colaboraba con las manifestaciones y los movimientos de los elementos comunistas sobre una base igual que la realizaban los elementos islamistas.

Esta deliberada mezcla tuvo como objetivo la dedicación de los esfuerzos y su consolidación para los enfrentamientos de los implacables enemigos. la corriente bolchevique y la corriente islamista.