Después de la muerte de su abuelo, el Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- se trasladó al lado de su tío Abu Taleb y hermano de Abdellah su padre, Abdelmutaleb se había encargado de él, tomándolo como a un hijo.
Un día se presentó a Abu Taleb, un qurayti, diciéndole que el río se había secado, y que la tierra sufría la sequía, y que el agua escaseaba; y le pidieron: llama que venga la lluvia a nosotros.
Abu Taleb, y con él el hijo de su hermano Muhammad ben Abdellah -la paz y las bendiciones sean con Él- ambos salieron hacia el Santuario, una vez cerca del Santuario apareció una nube, entonces el Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- con su dedo señaló al cielo y aparecieron nubes que aquí y de allá hasta que el cielo se cubrió totalmente; después llovió mucho hasta que la lluvia anegó la tierra y florecieron los pastos.
En cuanto el Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- cumplió los doce años acompañó a su tío en las caravanas que se dirigían a Siria para el comercio.
En cuanto la caravana llegó a Basora se les acercó un monje cristiano llamado Buhira.
Cuando vio la nube que daba sobre el Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- dijo: regresa con el hijo de tu hermano a tú país, y ten cuidado con el judío, que el hijo de tu hermano está señalado, para hacer algo grande. Abu Taleb regresó con su sobrino a Meca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario