lunes, 10 de enero de 2011

ÁNSAR COMÚN (Anser anser)



Las marismas del Guadalquivir y la zona occidental de Portugal, acogen a una importante cantidad de ánsares comunes que procedentes de Europa central se dirigen a estas zonas para pasar el invierno. Cuando tiene lugar este hecho, lo hacen formando concentraciones que pueden superar, en épocas de abundantes lluvias, los cien mil individuos.
El ánsar es un antepasado del ganso doméstico, aunque algo más sutil que su descendiente, y no se tambalea cuando camina -lo hace normalmente-. Se instalan con carácter definitivo, en lagos protegidos de los fuertes vientos glaciales, y que conservan siempre, incluso en lo más crudo del invierno, alguna zona de agua libre; este elemento le es imprescindible para beber y limpiar su plumaje. Conceptuado como migrador parcial suelen llevar a cabo pequeñas migraciones, dirigiéndose en verano a los lagos situados a gran altura, y volviendo a descender para pasar el invierno en las zonas lacustres de media y baja altitud, que están próximas a la llanura.
El ánsar común -Anser anser- de casi noventa centímetros de longitud, es el más grande de los gansos grises, tiene una envergadura de ciento setenta centímetros, su color es gris claro, prácticamente sin ningún matiz marrón. En la especie occidental el color del pico es naranja y en la oriental rosa; este ánsar común actualmente todavía es una pieza de caza codiciada en algunos lugares europeos. Existen zonas, por el contrario, que su protección hace que extiendan sus territorios, este aumento se debe, entre otras causas, a individuos escapados y asalvajados ya que esta especie tiene la facultad de volverse salvaje después de haber estado en cautividad cierto tiempo.
Su zona de cría está situada cerca del agua, en marismas, zonas pantanosas o próximas a lagos y ríos, su nido generalmente es una excavación recubierta con un poco de vegetación. Cuando sitúan el nido en lugares húmedos pueden acumular carrizos y cañas, tapizado todo ello con pequeñas plumas y plumones; efectúan una sola puesta, a veces de diez huevos, pero generalmente no suelen poner más de seis, que son incubados por la hembra permaneciendo el macho cerca de ella. El intervalo entre puesta y puesta es de veinticuatro horas, pero no existe problema alguno al nacer las crías, todas nacen al mismo tiempo, debido a que la hembra no comienza la incubación hasta que completa la puesta.
Las crías abandonan el nido al poco rato de eclosionar, buscan sus propios alimentos, pero son atentamente vigilados y protegidos por los padres permaneciendo con ellos hasta que son independientes, hecho este que tiene lugar a partir del mes y medio de vida. Su alimentación es herbívora consumiendo hierbas, cereales, patatas, bayas y hojas.

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