martes, 8 de enero de 2013


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EL CANTO DEL CANARIO

Los mamíferos tienen un desarrollo adecuado en la laringe, así como también poseen unas formaciones llamadas cuerdas vocales que son las que le permiten emitir diferentes sonidos. Las aves tienen un órgano de fonación en el punto de la bifurcación de la tráquea con los grandes bronquios -es decir- donde se cruzan las corrientes de aire que llegan a los pulmones o que salen de los mismos, según sean inspiratorios o espiratorios.
Ya me referí en el anterior trabajo a que la siringe se integra en un núcleo óseo llamado tambor o espolón, que se encuentra en el mismo punto de la bifurcación de los grandes bronquios y, que se conecta por la parte superior con la tráquea por medio de unos finos hilos y elásticos  anillos traqueales y que lateralmente se conectan con el origen de los grandes bronquios. Se observa que la siringe se encuentra rodeada de cinco pares de músculos que le permiten contraerse; esto da como resultado que la tráquea se estire y acorte, obteniendo así un determinado tono, tanto de la tráquea como del origen de los grandes bronquios, para de esta forma poder modular el sonido. 
El órgano más importante en la emisión del canto y de los ruidos que emiten las aves son las llamadas cuerdas timpánicas. También en la emisión del canto influye la fuerza con que el aire es lanzado por el pulmón que, cuando atraviesa la siringe, abre las membranas timpánicas haciéndolas vibrar y dando una potencia especial al canto, de forma que el desarrollo pulmonar y de los sacos aéreos, que implica un especial desarrollo del pecho y de su organismo, predispone para el canto; esta circunstancia se da especialmente en el macho. Por eso, los machos están mejores dotados que las hembras para el canto.
Para la aptitud del canto deben existir una serie de factores como son: la amplitud del tórax, la potencia muscular del mismo, el buen desarrollo de los sacos aéreos; así como la conexión de éstos con los huesos y, principalmente la amplitud de la base del cráneo, de la laringe, tráquea y esófago; la longitud del cuello y la potencia del músculo traqueo-bronquial.
Si el aire sufre alguna deficiencia en uno de estos factores, como puedan ser: ciertas lesiones o fistulaciones en los sacos aéreos que le impidan el poder mantener aire a presión, como puede ocurrir con las aves en cautividad debido a la atrofia que se presentan, por ejemplo, en los órganos de vuelo, su aptitud para el canto será menor que el que tienen las aves en libertad. Sin embargo, no ocurre esto en el canario, ya que estos han sido seleccionados, precisamente, para el canto.

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