lunes, 7 de enero de 2013


A petición de algunos aficionados a la canaricultura, voy a referirme -someramente- al órgano de fonación que tienen las aves en la tráquea y, que se encuentra muy desarrollado en las aves de canto -entre ellas- el canario.
Este órgano especial de fonación es: la siringe. No se encuentra situada en la laringe, como ocurre en los mamíferos sino que está situada en la bifurcación de las dos ramas bronquiales.
La siringe está integrada por una pequeña protuberancia, también denominada tambor por su rigidez y que sirve al mismo tiempo de un intercalamiento entre una serie de láminas que producen la emisión de ruido, canto, etc... y que están desarrolladas según sean las aptitudes para el canto que tenga el ave.
El aire que entra por la laringe pasa por la tráquea, después se dirige a cada uno de los pulmones dando lugar a dos grandes ramificaciones; también llamados bronquios primarios de los cuales parten los secundarios; los terciarios se ponen en contacto  con los respectivos lóbulos que integran el conjunto pulmonar y finalizan con los alveolos.
Las formaciones, particularmente en las aves, que ponen en comunicación el pulmón con los sacos aéreos -a través de los cuales pasa el aire en ambas direcciones- se llaman bronquiales recurrente; su organización es muy parecida a la de los bronquios terciarios. Los bronquios se van ramificando hasta llegar a constituirse en unos sistemas cartilaginosos y que están unidos por ligamentos y fibras elásticas, y en su interior cuentan con un revestimiento epitelial ciliado y rico en células mucosas.
Antes mencioné a los sacos aéreos. Estos están integrados por una cavidad llena de aire. En los canarios se considera la existencia de un gran saco clavicular, dos torácicos anteriores, dos posteriores, dos cervicales y dos grandes sacos abdominales. Los bronquios recurrentes son los que ponen en comunicación los sacos aéreos con el pulmón y también con multitud de huesos.
Es sabido que la conexión  de los sacos aéreos con los huesos huecos es realmente muy cambiante, de tal forma que algunos investigadores creen que sólo se comunican con los sacos aéreos algunos huesos. En las aves -parece ser según investigaciones- los sacos aéreos así como los huesos neumáticos conectados con ellos, son un medio de refrigeración especialmente para los testículos y los ovarios. Esto hace posible  que las aves presenten las gónadas: testículos y ovarios, dentro de la cavidad abdominal y, por lo tanto con la misma temperatura que el organismo.

 

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