Las golondrinas de mar -Sternidae- (dentro del orden de las caradriformes) son aves que tienen sus cuerpos gráciles, picos finamente afilados, las colas son muy ahorquilladas y las alas largas y terminadas en punta.
Cuando -hace bastante tiempo navegaba-, veía a los charranes cerca de los litorales y de los puertos, revoloteando sobre los bancos de pequeño peces y con sus finos picos zambulléndose uno detrás de otros.
El charrán común tiene una longitud de treinta y cinco centímetros. Su color es gris por arriba y, más pálido por debajo, con mancha blanca debajo del capirote negro; el pico es rojo naranja con la punta oscura; sus patas son rojo naranjas. La cola, bifurcada, pero sin sobre salir de las alas cuando están plegadas.
Vuelan constantemente y sin descanso batiendo las alas y, planeando se cierne sobre el agua pescando con el pico. Cuando se posan en el suelo lo hacen con el cuello encogido y sus alas cruzadas sobre la cola.
El charrán común posee gran capacidad de adaptación. Su hábitat se encuentra en playas y bancos de guijarros en las costas y grandes ríos; en invierno apenas se retira de las costas. Es holartico; visitante estival en Europa, con amplia distribución aunque irregular en las costas y aguas interiores; suele invernar en África.
En los bancos de guijarro y arena, depositan su nido, éste es una depresión sin tapizar o a veces se les ha visto tapizado con restos vegetales y plumas viejas; construido sólo por la hembra. Generalmente pone de dos a tres huevos. Subelípticos, lisos y no brillantes -para pasar desapercibido-.
A veces, la subida del nivel del agua le causa la pérdida del nido.
Si tratas de acercarte a uno de estos nidos los charrane comunes lo defienden realizando vuelos en picado y con fuertes chirridos -sin llegar a tocar a la persona que se acerca- pero si es un animal el que se acerca lo aleja del nido a picotazos.
Su dieta es variable, las capturan lanzándose en picado sobre ellas, ya sean pequeños peces, ranas jóvenes o insectos.
En nuestras costas andaluzas, mediterránea y en las del norte de la península ibérica, es un visitante estival; llegando en abril y marchándose en octubre. Es una época donde el alimento es abundante; cuando las bandadas están alimentándose son atacadas por los págalos, que le hacen regurgitar lo que llevan en el buche.
Su área de distribución: la Europa Templada, Asia y Este de Norteamérica.
Cuando -hace bastante tiempo navegaba-, veía a los charranes cerca de los litorales y de los puertos, revoloteando sobre los bancos de pequeño peces y con sus finos picos zambulléndose uno detrás de otros.
El charrán común tiene una longitud de treinta y cinco centímetros. Su color es gris por arriba y, más pálido por debajo, con mancha blanca debajo del capirote negro; el pico es rojo naranja con la punta oscura; sus patas son rojo naranjas. La cola, bifurcada, pero sin sobre salir de las alas cuando están plegadas.
Vuelan constantemente y sin descanso batiendo las alas y, planeando se cierne sobre el agua pescando con el pico. Cuando se posan en el suelo lo hacen con el cuello encogido y sus alas cruzadas sobre la cola.
El charrán común posee gran capacidad de adaptación. Su hábitat se encuentra en playas y bancos de guijarros en las costas y grandes ríos; en invierno apenas se retira de las costas. Es holartico; visitante estival en Europa, con amplia distribución aunque irregular en las costas y aguas interiores; suele invernar en África.
En los bancos de guijarro y arena, depositan su nido, éste es una depresión sin tapizar o a veces se les ha visto tapizado con restos vegetales y plumas viejas; construido sólo por la hembra. Generalmente pone de dos a tres huevos. Subelípticos, lisos y no brillantes -para pasar desapercibido-.
A veces, la subida del nivel del agua le causa la pérdida del nido.
Si tratas de acercarte a uno de estos nidos los charrane comunes lo defienden realizando vuelos en picado y con fuertes chirridos -sin llegar a tocar a la persona que se acerca- pero si es un animal el que se acerca lo aleja del nido a picotazos.
Su dieta es variable, las capturan lanzándose en picado sobre ellas, ya sean pequeños peces, ranas jóvenes o insectos.
En nuestras costas andaluzas, mediterránea y en las del norte de la península ibérica, es un visitante estival; llegando en abril y marchándose en octubre. Es una época donde el alimento es abundante; cuando las bandadas están alimentándose son atacadas por los págalos, que le hacen regurgitar lo que llevan en el buche.
Su área de distribución: la Europa Templada, Asia y Este de Norteamérica.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario