Tiene una longitud de veinticuatro centímetros, es el menor de los charranes europeos; podemos distinguirlos por sus batidos de alas más rápidos y sus cernidos como los del "Martín Pescador-; sus patas son amarillas, pico amarillo con punta negra y, la frente blanca.
A este charrancito lo encontramos en todos los continentes templados y tropicales, pero están restringidos a pequeños núcleos aislados.
Anida en las costas arenosas y con guijarros y, en algunas regiones en los ríos y orillas de aguas interiores. Pero principalmente es marítimo. Suele habitar en todas las costas de Europa. Es un migrador que inverna frente a las costas de África. En la península Ibérica y norte de África todavía nidifica en playas tranquilas, aunque se encuentra en franca regresión, es decir, que debido al ser humano va dejando de nidificar. Por suerte existen parques naturales que están protegidos, y allí, el charrancito anida y vive tranquilo.
Su nido lo deposita en una depresión superficial, son tapizar, construido por la hembra. Sólo realiza una nidada, que puede reemplazar cuando las puestas son malogradas.
En este nido deposita la hembra de dos a tres huevos, que pone en días consecutivos; son incubados por ambos adultos.
Los huevos son subelípticos, lisos y sin brillo. Su color es m uy pálido, teñidos de oliva, muy manchados y moteados de pardo negruzco.
El polluelo nace seminidífugo y con plumón; éste es más corto que el de los otros charranes, con puntas finas.
Los polluelos están atendidos por ambos progenitores, éstos dejan el nido después del primer día aunque permanecen cerca del mismo.
A este charrancito lo encontramos en todos los continentes templados y tropicales, pero están restringidos a pequeños núcleos aislados.
Anida en las costas arenosas y con guijarros y, en algunas regiones en los ríos y orillas de aguas interiores. Pero principalmente es marítimo. Suele habitar en todas las costas de Europa. Es un migrador que inverna frente a las costas de África. En la península Ibérica y norte de África todavía nidifica en playas tranquilas, aunque se encuentra en franca regresión, es decir, que debido al ser humano va dejando de nidificar. Por suerte existen parques naturales que están protegidos, y allí, el charrancito anida y vive tranquilo.
Su nido lo deposita en una depresión superficial, son tapizar, construido por la hembra. Sólo realiza una nidada, que puede reemplazar cuando las puestas son malogradas.
En este nido deposita la hembra de dos a tres huevos, que pone en días consecutivos; son incubados por ambos adultos.
Los huevos son subelípticos, lisos y sin brillo. Su color es m uy pálido, teñidos de oliva, muy manchados y moteados de pardo negruzco.
El polluelo nace seminidífugo y con plumón; éste es más corto que el de los otros charranes, con puntas finas.
Los polluelos están atendidos por ambos progenitores, éstos dejan el nido después del primer día aunque permanecen cerca del mismo.
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