viernes, 21 de agosto de 2009

En el nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo.
...En los comienzos del Islam, Meca, era un afamado centro comercial y próspero, encrucijada de caravanas y situada en un valle árido, acogía a los beduinos y también a una población migratoria y cosmopolita.
Referente a la época preislámica, no se tiene conocimiento de la existencia de Meca por nada importante ya que los productos que se traían de Oriente (India, China, etc...) lo efectuaban por mar y lo desembarcaban en Yemen, que sí era importante. Pero hubo un cambio sustancial en la traída de esos productos, y se dejó de traerlos por mar; probablemente su causa fuera la abundante piratería marítima que no dejaba lugar para ninguna escapatoria, y se pasó a traerlos por caravanas y, entonces fue cuando Meca dio comienzo a su florecimiento, claro está, también a la picardía de sus autoridades.
Meca, albergaba un santuario dedicado al dios supremo, "creador y maestro de los mundos"al que se le asociaban numerosas divinidades de segundo orden. Una vez al año se celebraba una gran fiesta comercial donde acudían todas las caravanas desde lejanas tierras para ofrecer, vender y cambiar sus productos. Cada caravana traía su ídolo el cual colocaba en un altar, y de esta forma al año siguiente se veían obligados a regresar. Toda esta acumulación de ídolos, caravanas y gentes venidas de remotos lugares hacían de Meca el centro más importantes de aquella parte del mundo. Y como resultado de todo esto, la ciudad se enriquecía como lugar que atraía a numerosos peregrinos que acudían a honrar a sus dioses o ídolos.
Meca, estaba gobernada por la tribu de los quraixíes, cuyo poder se extendía por toda la península, y estaban dispuestos a perpetuar su poder y su prosperidad. Cuando Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él) comenzó a hablar de un solo Dios, de arrepentimiento, de engaño, de no matar a las niñas recién nacidas, y en definitiva de hacer todo lo contrario que allí se hacía; las fuerzas vivas -los poderosos- de la ciudad, le manifestaron más abiertamente su hostilidad, por temor a perder sus privilegios.
Pero Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él) pertenecía al clan de los Beni Hashim, y por tanto -aunque pobre, era un miembro de la tribu dominante- las autoridades evitaban agredirle directamente, pero, sin embargo actuaban de malas maneras sobre sus discípulos. Él, consciente del peligro, aconsejó a sus seguidores que abandonaran la ciudad; ellos se marcharon a Abisinia, y allí el Negus, cristiano, les dio asilo hacia el 615-616.
continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario