sábado, 29 de agosto de 2009

LA DERROTA DE UHUD continuación

En el nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo.
Al siguiente año (626-627) 5º de la hégira, una coalición de judíos banu Qurayza de Medina, de coraixíes y de algunas tribus guerreras beduinas como: los Kinanas, lo Gafatan, los Fazaras, los Murras, los Sulayms, los Asad y los Ashjas entre ellos, reunieron un ejército de 10.000 hombres, que, además, contaban con la ayuda de los munaficum (hipócritas) dentro de la propia Medina. Por su parte Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él) consiguió armas a unos tres mil musulmanes a los cuales les hizo cavar un foso alrededor de la ciudad, en las zonas menos protegidas, una táctica desconocida hasta entonces en aquellos lugares. Parece ser que la idea del foso le habría sido sugerida por un esclavo persa liberado y convertido al islam, su nombre era, Salman Pak, llamado Al Fasiri (el persa). Los musulmanes no se enfrentaron al enemigo, se limitaron sólo a resistir al asedio. Después sopló un viento gélido, que con la escasez de víveres y las discusiones internas acabaron con la moral de las fuerzas atacantes. En cierto modo este pudo ser uno de los momentos críticos más determinante para el islam, y Corán se hace eco de este episodio.
Podemos leerlo en el sura de los Coligados, aleya 9 hasta el 25: en el 9 dice: ¡Vosotros que creéis! Recordad la gracia de Dios con vosotros cuando vino a vosotros un ejército y mandamos contra ellos un viento y ejércitos que no veíais.*
*En esta aleya y en las siguientes se hace referencia al episodio del Foso. Las tribus de los Quraysh coligadas con los de Gutían y con los judíos de Quraydha y Banu Nadir, reunieron un ejército de más de diez mil hombres y se dirigieron a Medina para asediarla. El Profeta, que Dios le dé Su gracia y paz, aconsejado por Salman el Farsi, mandó cavar un foso alrededor de Medina.
Luego salió con tres mil hombres y fijó el campamento de manera que el foso les separaba del enemigo. Los musulmanes al verse asediados tuvieron miedo y empezaron las conjeturas, quedando de manifiesto la hipocresía de los hipócritas. Después Dios envió un viento tempestuoso contra los coligados en una noche fría y oscura que arrancaba las tiendas y tumbaba a los hombres, e hizo descender ángeles que infundieron el terror en sus corazones hasta que se marcharon habiendo fracasado en su intento.
Una vez que los enemigos abandonaron la zona, Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él) declaró la guerra a la última tribu judía, los banu Qurayza, que habían sido los impulsores de esta coalición y pagado parte de los gastos de un intento de sembrar la discordia entre los musulmanes de Medina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario