miércoles, 9 de septiembre de 2009

EL NACIMIENTO DE MUHAMMAD (La paz y las bendiciones sean con Él)



En el apartado, la ascendencia del Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- mencionaba de pasada algunos datos referentes a su familia y, concretamente a Él. Hablaba de sus padres, y en este apartado quiero referirme con más amplitud a su nacimiento.
Fue de Abdellah ben Al Mutaleb y de Amina bent Uhab de quienes nació Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él), futuro profeta del islam en Meca el año 53 de la hégira (569 de la Era cristiana). El padre murió unas semanas antes de su nacimiento, fue su abuelo paterno Abdelmutaleb quien se ocupó del niño y de su madre.
Existía un antigua tradición en Meca -tradición que ha persistido hasta nuestros días- que era confiar los hijos a ciertos educadores que los llevaban con ellos al desierto. Mientras esperaban la llegada de la mujeres nómadas, unas concubinas de la familia eran las encargadas de amamantar al recién nacido. Así fue como Zuwaiba, esclava de su tío Abu Lahab, crió al niño durante varios días. Se sabe ahora que Hamza, joven tío de Muhammad ( la paz y las bendiciones sean con Él) fue al mismo tiempo su hermano de leche. Las nodrizas buscaban naturalmente a los hijos de los ricos: los huérfanos como Muhammad ( la paz y las bendiciones sean con Él) no debían serle muy satisfactorios.
Un contingente de la tribu Saad Ibn Bakr, una rama de los Hawaimíes, se trasladó entonces a Meca. Entre los de esta tribu se encontraba Halima futura nodriza de Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él) la cual era pobre; debido a su montura, débil y achacosa, llegó a Meca con bastante retraso con respecto a las demás, y no pudo encontrar un niño rico. No queriendo volver con las manos vacías, tomó al huérfano Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él), de lo que no se arrepintió jamás.
La niñez e infancia de Muhammad, (la paz y las bendiciones sean con Él) no debió ser nada fácil en una sociedad basada en la condición social y en el comercio. Si estamos atento a estos hechos, nos pueden proporcionar al atento observador -creyente o no creyente- el abundante material de estudio sobre la formación del carácter y de la personalidad de Muhammad. (la paz y las bendiciones sean con Él) Tenemos conocimiento que durante toda su vida cuidó especialmente de los huérfanos y de los desheredados, los cuales no contaban para nada en Meca preislámica. Vemos como el Corán contiene numerosos pasajes en su defensa, mientras que por el contrario dirige palabras de violenta condena a los egoístas y a los prevaricadores. Esta actitud contrasta con la opinión de los psicoanalistas, los cuales opinan que este tipo de sucesos inducen a tener un carácter débil e introvertido, digamos de perdedor; y por el contrario Muhammad (la paz y las bendiciones sean con Él) demostró poseer un fuerte carácter, al mismo tiempo que fue leal, abierto, creativo y equilibrado en los momentos más difíciles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario