Una de las aves más populares que gozan de la protección general es, la golondrina común -Hirundo rustica-.
Las golondrinas nos hacen soñar con el retorno de la primavera, según la latitud suelen llegar en los meses de marzo o abril, este año se ha dado la circunstancia de que en la provincia malagueña se han presentado, al unísono, la golondrina y el vencejo.
La golondrina, pertenece a la familia de los hirundinos, que son aves pequeñas, aéreas, esbeltas con larga cola profundamente bifurcada, con las rectrices externas y alargada y el anillo de manchas blancas en torno a la base de la bifurcación. su color es de un azul lustroso y oscuro por arriba y blanco cremoso por debajo; garganta y frente rojo ladrillo, y una banda en el pecho de color azul oscuro. El cuello y las patas son cortas, no tanto como la de los vencejos; son aves dimórficas, es decir, no se diferencian por su coloración el macho de la hembra.
Procedente de África del sur, es una visitante estival que cría en toda Europa exceptuando Islandia y norte de Escandinavia. La abundante y popular golondrina es de suponer que anidaba al principio en cuevas, pero actualmente es muy raro que anide en esos lugares, ya que se ha adaptado muy bien a las estructuras artificiales, dependiendo que tengan un acceso constante al exterior, esta admirada ave se acostumbra fácil y rápidamente a la presencia del ser humano, los animales ya los ruidos producidos por los medios de locomoción.
Estas aves regresan de sus lares de invierno a principios de marzo, llegando primero los machos solitarios que suelen regresar a los mismos nidos de otros años, donde se reunen poco después, a ser posible, con la misma hembra del año anterior.
Depositan en el nido de tres a seis huevos de color blanco con manchas claras pardas y grises; el nido es una taza abierta de barro endurecida con paja y fibras vegetales, revestida con plumas y fijado generalmente a una superficie vertical.
Otra golondrina que en menor cantidad visita nuestra región , y que apenas es apreciada por el que no sabe distinguirla, es la golondrina Dáurica -Hirundo dáurica- es muy parecida a la común aunque para distinguirla hay que fijarse que la dáurica no tiene manchas blancas en la cola, y que posee un vuelo más lento, su obispillo y su garganta no son oscura. Esta golondrina no depende tanto de las estructuras artificiales, utiliza las cuevas, rocas salientes y otros lugares para criar. la golondrina común aunque caza en vuelo al igual que aviones y vencejos, su alimentación difiere bastante de las especies mencionadas, debido principalmente a que prefieren hacerlo en alturas más bajas y con mucha frecuencia por encima del agua en vuelos rasantes.
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