lunes, 21 de septiembre de 2009

VERDECILLO (Serinus serinus)



Algunas aves se han adaptado perfectamente a convivir con el hombre; una de estas es el verdecillo -Serinus serinus-, que vive confiado en los árboles y matorrales de la huerta. Finalizado el mes de febrero, en algunas regiones peninsulares e insulares, se aprecia la floración intensa de los almendros, los verdecillos vuelan encelados y cantan con machacona insistencia un canto chirriante que nos da la impresión de estar oyendo el crepitar de las sartenes friendo en la lumbre.
Enano entre los fringílidos, su plumaje amarillento listado y rechoncho pico llaman poco la atención. El vivo tono amarillo de la rabadilla es siempre buen carácter distintivo, extendiéndose en el macho a la frente, garganta y pecho.
Este pájaro habita casi todas las zonas con árboles de la Península Ibérica aunque necesitado de praderas donde buscar semillas, elude el interior de los densos bosques. Su hábitat lo podemos encontrar en los huertos de frutales, alamedas, parques, lindes de bosques, viñas, olivares y dehesas; este pequeño pájaro cuya longitud es de once centímetros, procedente del sur se ha propagado en el último siglo por Europa central introduciéndose lentamente en dirección al Este.
El verdecillo, es un ave muy apreciada para tenerla en jaula, contribuye este hecho el ser totalmente granívora. Juan Bautista Xamarro, hace cuatro siglos, decía de él: "Por ser éste pájaro tan continuo en el canto y tener tanta mansedumbre hay muchos que le son aficionados, y con su canto no ofenden ni dañan a ningún pájaro como otros pájaros que toman el canto de los demás, y de éste no lo toman ninguno porque no aclara las vueltas; sólo sirven para reclamos y para meter música a los demás en cuya compañía están.
Y como en las demás cosas hay gustos particulares, así lo hay en algunas personas que se inclinan a tener estos pájaros, no por la perfección del canto, sino por la mucha música y muy continua que tienen".
Su alimentación natural es muy similar a las de los pardillos y jilgueros, con los que convive gran parte del año formando bandadas mixtas. Muchas plantas consideradas como malas hierbas son base de su alimentación.
Cría en matorrales, áreas con árboles dispersos y cultivos como olivares, viñedos y jardines; su nido es una taza compacta de tallos, raíces y líquenes tapizada su interior con pelos, plumas y partes pelosas de las plantas, siendo construido solamente por la hembra, la cual efectúa dos puestas al año constando cada una de tres a cinco huevos de color azul pálido muy claro, lisos y brillantes. Durante el periodo de cría los polluelos son alimentados por los padres durante 6 ó 7 semanas después de abandonar el nido, que suelen hacerlo a los 14 días. Este pájaro pertenece al orden de las paseriformes y, a una de las 124 especies de fringílidos que existen en el mundo, exceptuando Australia; 19 de estas especies crían en Europa.
Su canto exuberante, emitido desde la copa de un árbol o en vuelo, es uno de los sonidos dominantes en la primavera en los países mediterráneos; concretamente tuve la suerte de escucharlos en grandes bandadas en los alrededores de Palma de Mallorca donde son muy abundantes.

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