lunes, 25 de enero de 2010

CISNE VULGAR (Cygnus olor)



Probablemente en épocas muy lejanas esta anátida debió ser un ave común en áreas ricas en aguas y zonas húmedas de Eurasia; su total exterminio, debido a su caza indiscriminada y saqueo de los nidos, habría tenido lugar si no hubiera sido por el instinto de conservación que le hizo alejarse del hombre y retirarse a las inaccesibles zonas húmedas del norte de Viejo Continente.
Siendo su origen de estado salvaje, hace mucho tiempo que fue domesticado y, actualmente, es un ave familiar de embalses y jardines con estanques.
La especie blanca común -Cygnus olor- de ciento cincuenta centímetros de longitud, es propia de las praderas frías; altiva y majestuosa, cuida con esmero el delicado plumaje nevado de sus alas, dando la sensación de parecer que aceptan con placer la admiración de los paseantes, y confieren un matiz romántico al lugar donde efectúan sus evoluciones.
Cuando se le contempla durante el crepúsculo y, vemos si silueta recortada sobre el verdor de plantas y árboles, nos da la impresión de que la naturaleza parece ofrecerle poemas y melodías, las mismas que importantes autores le han consagrado.
El plumaje de los adultos es completamente blanco; las patas son negras, el pico es de color anaranjado con protuberancia negra. Cuando nada, mantiene el cuello curvado y el pico inclinado hacia abajo, cola erguida y las alas, amenudo, parcialmente elevadas sobre la espalda.
El cisne vulgar cría en todo tipo de aguas, sean dulces o salobres; lo hace en solitario, pero los domesticados pueden anidar en colonias próximas y, aunque las parejas son muy agresivas, presencié en el maravilloso zoo de Madrid cómo una hembra de cisne había puesto su primer huevo en la parte superior de una pendiente que daba a un pequeño arroyuelo. Este huevo estaba a unos veinte centímetros de un lugar de tránsito y estuve observando como tres operarios se afanaban en hacer una hondonada cubriéndola con matojos para colocar ese huevo, y los que pondría ella después. Mientras, la pareja de cisnes de la especie vulgar, no se apartaba de aquellos hombres los cuales tuvieron que acotar con vallas un trozo del paseo para que la hembra fuera lo menos posible molestada.
Supongo que esa pasividad de la pareja, aún teniendo fama de muy agresiva, sea debido a haberse acostumbrado a la presencia humana. Cuando las parejas se trasladan en los meses invernales, ya vienen en celo. En época de la parada nupcial el macho y la hembra nadan el uno cerca del otro y, al unísono, realizan movimientos con el cuello,y, moviendo lateralmente la cabeza, hacen reverencias, interrumpiendo de vez en cuando estas ceremonias para sumergir la cabeza en el agua y estirar el cuello a continuación.
Aunque el cisne es silencioso, durante la época de cría emite bufidos y gruñidos. Su alimentación está basada en plantas acuáticas que arranca del fondo, donde llega con su largo cuello; también consumen moluscos y pequeños peces.
Cría ampliamente en el C y NO de Europa, desde Gran Bretaña, Irlanda y Francia hasta Polonia y Estonia, y de modo discontinuo a través de Eurasia, desde el N de Grecia y Rumanía hasta el Se de Siberia. Es un migrador parcial, que inverna dentro del área de cría y en las costas de los mares Negro y Egeo.

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