miércoles, 27 de enero de 2010



Día 7 de febrero de 1775
Desde esta medianoche nos preparamos para explosionar un mina, ya que nuestros hombres habían oído ruido de explosión cerca de ese lugar unas cuatro horas antes; los moros por su parte vacilaron al comprender el motivo de nuestros golpes por eso no tuvieron ocasión de volar la mina durante este día.
Por otra parte a España llegó la causa del aplazamiento moro sobre la fecha del ataque general preparado para el día 13 del corriente.
La causa parece ser que es la espera de la llegada del aumento de las ayudas militares y debido a estas ayudas se puso una carta a Cádiz con fecha 7 de febrero de 1775 informando que los cañones eran fabricados en la guarnición de Tetuán, donde se encontraba el protector Abdeselam. A.G.S. Secretaría de guerra 4312.
El bombardeo del campamento alcanzó a 73 granadas y 15 cañonazos. Por otra parte la fortaleza replicó con un modesto fuego, dedicándose a la terminación de los trabajos y a la adopción de las medidas, y a los preparativos para el posible ataque.
Por la tarde de este día se observó la entrada de tres rebaños de ovejas al campamento. Un espía (parece ser que era conocido como Aomar) llegó a la fortaleza por la noche y comunicó que ignoraba cuando tendría lugar el ataque y que el Sultán tenía dudas. (85)
(85).-Miranda, explica que el espía que entra es el conocido Aomar y discrepa de Caballero, por una parte y por otra, de que lo que entra en el campamento , en gran número, son camellos.
Día 8
Cuando el sol apareció, encendimos la mecha de la pequeña mina esperando la destrucción de una parte del túnel enemigo que formaba un pilar entre los dos túneles, sin dejarnos impresionar por la explosión que anteriormente habían provocado.
De hecho parece ser que nosotros provocamos la asfixia de algunos moros que se encontraban en su interior, alrededor de 7 u 8, que habían entrado un momento para encender la mecha de la mina y no observamos después que salieran.
Los moros continuaron durante este día con el bombardeo, unas 80 granadas y 12 disparos de cañón, pero la fortaleza les contestó con precisión además de continuar con entusiasmo los preparativos y las necesarias medidas preventivas.
Se observó la entrada en dirección al campamento enemigo de un centenar de animales de carga, entre ellos, camellos y mulos cargados con sacos. (86) Por uno de nuestros espías que vino a la fortaleza supimos que el Sultán había solicitado la asistencia de miembros de algunas tribus con sus armas para participar en celebraciones de fiesta. En cuanto al ataque general todavía estaba indeciso en este tema, manifestando que lo realizarían el día 10 ó al 13 de este mes.
(86).- Miranda, recordó que los moros presentaron un número de cabezas de ovejas para su utilización en la explosión de una mina.

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