lunes, 22 de febrero de 2010

EN EL NOMBRE DE DIOS, EL MISERICORDIOSO, EL COMPASIVO



Desde mi modesto blog, deseo darle mi más sincero pésame al pueblo marroquí; en especial a su rey Mohamed VI, y a la ciudad de Meknés; por el luctuoso suceso ocurrido durante el viernes día de Oración debido a la caída del minarete de su mezquita (la Casa de Dios).
En la convicción, como creyente católico, que dentro de esta gran pena, ya estarán los creyentes musulmanes fallecidos gozando de la presencia del Creador.
Dios de una gran Paz a sus familiares y amigos. Y nosotros que recemos por ellos.

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