lunes, 22 de febrero de 2010

SIDI MOHAMED BEN ABDELLAH Y EL ASEDIO DE MELILLA (continuación)



Día 22 de febrero de 1775
La noche la pasamos con las mismas precauciones que los días anteriores cuando la información llegó a la Plaza y las fuerzas se habían retirado; sin la llegada de nuevas noticias a excepción de que conocíamos la entrada de dos o tres de los moros que se encontraban en la zona de las alambradas, que está situada entre la Torre del Mar y el fuerte de Santa Bárbara, las cuales estaban inspeccionando los lados de la alambrada que existen en el lugar; sin embargo el vigilante tanto si eran tres los que se encontraban en las alambradas como si eran de las posiciones vecinas, no pararon de disparar sobre ellos apoderándose de la escalera que trajeron para llevar a cabo sus tentativas.
Se observó que los moros se llevaron muertos y heridos por las huellas frescas de sangre que dejaron en la escalera. (99)
El bombardeo de la guarnición alcanzó la cifra de 50 granadas y 18 disparos de artillería, en cuanto a la fortaleza ésta prosiguió con todos los trabajos mencionados, y el proyecto de abrir un nuevo canal que partiera de nuestro túnel, esperando abrir un camino para espiar por él toda la salida de la fortaleza empezando a partir de la cueva situada en la posición de San Carlos puesto que existía la convicción de que los enemigos renovarían los trabajos en el interior de la tierra y dirigirían su orientación en dirección a aquel lado. (100)
(99).- A cerca de esta tentativa es la carta de Melilla con fecha 21 de enero de 1775.
(100).-Miranda escribió: "habíamos contactado con un informante moro, el cual dijo que el Sultán estaba disgustado por el flaco resultado que había comprobado existía detrás de este asedio. Y divulgó la noticia de que el rey español le sugirió la paz con privilegiadas condiciones por lo cual afirmaba que el asedio duraría poco tiempo.
Nosotros no tuvimos conocimiento de esta noticia, sabemos solamente de la correspondencia que dirigió Ahmed Al Gazal al jefe del gobierno español para recordarle que la guerra era una guerra terrestre y no estaba incluido el espacio marítimo y fue con fecha de 16 de enero de 1775.
Día 23
Durante la pasada noche se terminó de descargar todo lo que quedaba abordo de uno de los buques que se habían acercado a la orilla de la costa, a una distancia muy corta, para después partir rumbo a España; naturalmente después de llevar a cabo las reparaciones temporales de las huellas que habían dejado en él, el bombardeo de los moros. Aquella misma noche tres o cuatro moros se acercaron nadando al mencionado buque; sin embargo, los soldados que estaban de vigilancia dispararon sobre ellos y mataron a dos de ellos, aunque nosotros a la mañana siguiente sólo vimos un cadáver. Y en su posesión encontramos una gumía hecho este que nos convenció que se encontraban frente a la amarra de fondeo del buque.
Nos apresuramos a efectuar una pequeña cavidad en la bocamina del perímetro que rodea al fuerte Santa Lucía para el avance de nuestro trabajos a un nivel más grande y profundo y, la excavación de un pozo en un bloque de roca; después se dio comienzo a un canal nuevo a poca distancia de otra bocamina en dirección a la posición que está situada entre un tiempo y otro de las profundas excavaciones del enemigo. Sin embargo, empezó la dificultad para nosotros al tener conocimiento de su buena orientación escuchando después los golpes de la perforación dirigiéndose hacia el fuerte Santa lucía o San Carlos. (101)
Se observó a la entrada del campamento enemigo la llegada de unas personas que formaban un cortejo compuesto por un número de unidades de ciento cincuenta o más jinetes, su recepción finalizó por parte del ejército sitiador con una revista y una bienvenida, después el propio Sultán salió a la entrada de su residencia. pensamos que ello era debido a la llegada de uno de sus hijos.
El bombardeo enemigo alcanzó la cifra de 40 granadas y 12 disparos de artillería. la fortaleza contestó con moderación prosiguiendo todos sus trabajos con entusiasmo; los espías entraron con un conjunto de noticias en relación al bombardeo de la fortaleza que motivó para los moros la destrucción de un cañón del calibre 22 pulgadas y, otros cañones de calibres más pequeños.
(101).- Los fuertes del oeste dominan la exploración, y lindan con el fuerte San Miguel.

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