sábado, 20 de febrero de 2010

SIDI MOHAMED BEN ABDELLAH Y EL ASEDIO DE MELILLA (continuación)






Día 20 de febrero de 1775






La situación de desconfianza continuó durante la noche pasada sin que sucediera nada nuevo por lo cual continuamos esperando a que el tiempo mejorara y estuviera en condiciones de poder descargar las cantidades de fresco y madera que se encontraban a bordo del buque principal. El enemigo continuó su bombardeo arrojando 70 granadas y 68 disparos de artillería.



La fortaleza respondió con fuerza a sus disparos y, continuó con los trabajos y la adopción de las medidas necesarias como preparación a un ataque enemigo. (98)






(98).- Miranda, añadió que las noticias de este día se referían a la llegada de los marroquíes a las embarcaciones españolas que habían llegado a la costa a las cuales prendieron fuego después de extraerles los clavos y las maderas para aprovecharlas en el fortalecimiento de las paredes de los túneles.


Este mismo suceso fue referido por carta a melilla con fecha 21 de febrero de 1775.




Día 21




La situación de prevención supuestamente duró desde la noche anterior hasta el mediodía de hoy, mientras tenía lugar la retirada de todas las fuerzas, con excepción de los hombres del fuerte Santa lucía los cuales no abandonaron su posición, los moros, inteligentemente se reunieron todos detrás del río que está situado detrás del fuerte de San Francisco y que trans curre desde Puntilla, sin embargo no sucedió nada nuevo.


El enemigo lanzó sobre nosotros 68 granadas y 84 disparos de artillería y, tres de esos disparos fueron dirigidos sobre los barcos principales que se encontraban entre nuestras costas y la Torre del Mar, pero sus daños no fueron dignos de mención.


La fortaleza continuó contestando con sus bombardeos con todo interés y con sus trabajos con todo entusiasmo, este día entró un informante insistiendo en que los moros tendrían la audacia de llevar a cabo el aludido ataque dirigido a Santa Lucía, confirmándolos a través de su declaración la validez de la tentativa y no su protección.


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