viernes, 9 de abril de 2010

ALCATRAZ COMÚN (Sula bassana)



Hace algún tiempo, una noche que paseaba por el puerto de Melilla, observé como un hombre traía en un gran salabardo un ave de considerable tamaño. Me acerqué a verla y me sorprendí al comprobar que dicha ave era ¡un alcatraz común! y digo que me sorprendí porque era un ave adulta y en esa época del año se encontraban llevando a cabo su reproducción en lugares tan lejanos como Islandia, Noruega, Bretaña, Terranova, e Islas Feroe, Shetland y Británicas. Naturalmente le indiqué al que la llevaba que la echara a la mar; éste no sin dejar de protestar porque al parecer se la había pedido un disecador, la arrojó al agua; pasado unos momentos el ave moviéndose entre los yates allí existentes se perdió en la oscuridad de la noche. Le desee que tuviera una feliz singladura y que no volviera a caer en manos de ningún ser humano.
El alcatraz común -Sula bassana- es una de las nueve especies que existen en todo el mundo, y la única que cría en Europa. Tiene una longitud de unos 91 cm. y una envergadura de 175 cm. con un peso que ronda los 4 kgs.
En las aguas del Atlántico Norte, existe una ictiofauna abundante y cerca de ésta se encuentra una importante fauna aérea que, desde las alturas, acecha el paso de aquellas por la superficie.
Una de las más hermosas y espectaculares de estas aves es el alcatraz común, de color principalmente blanco con las puntas de las alas negra, esta poderosa ave, de vuelo fácil y rápido, gracias a sus alas largas y estrechas; pasa su existencia sobre las aguas frías y templadas del Atlántico y de los mares limítrofes. Vuelan a gran altura, vigilando las olas y la extensa marejada.
Todos aquellos que hemos navegado mucho por esos lugares, sabemos y hemos visto cómo actúan estas aves con mal tiempo. cuando surge una presa, se lanza en picado y se precipita en las aguas con un ángulo calculado de tal forma, que penetra en el medio líquido levantando un chorro de agua, bajo ésta se impulsa con las patas y se sumerge hasta una profundidad de quince metros. Con este ímpetu consigue alcanzar así infaliblemente a las presas deseadas.
El alcatraz común, cría fundamentalmente en islas, en los acantilados escarpados, situando un superficial nido redondeado con algas marinas, hierbas y plumas en el cual deposita la hembra un único huevo de figura subelíptica y de color blanco.
El huevo, al no tener esta especie de aves placas incubadoras, lo mantienen ambos progenitores con mucho cuidado entre sus membranas interdigitales, que en esa época dan suficiente calor para que el huevo pueda eclosionar.
Al nacer los pollos, tienen la piel oscura, cubierta dispersamente de un corto plumón de color blanco cremoso, más tarde lo cambia por un plumón de color blanco cremoso; más tarde lo cambia por un plumón blanco de apariencia lanosa, que se extiende por todo el cuerpo. En las colonias de cría, los nidos están tan cerca que las aves que están empollando pueden alcanzar y tocar a sus vecinos. Los nidos son defendidos mediante comportamientos agresivos. Los alcatraces, en esta época, se dedican a sacudir la cabeza, inclinarla, practicar esgrima con el pico y apuntar con éstos hacia el cielo. Los jóvenes realizan grandes migraciones llegando hasta las costas occidentales de África.

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