sábado, 10 de julio de 2010

EL HERRERILLO CAPUCHINO (Parus cristatus)



Perteneciente al Orden de la paseriformes, familia Páridos, su nombre científico es: Parus cristatus. Este párido es un habitante del pinar y de los abetales formando -fuera de la época de cría- pequeños grupos errantes en compañía de trepadores, carboneros y reyezuelos aunque sólo a él le está reservada la especialidad de rebuscar insectos sobre ramas y troncos plagados de líquenes.
Siendo un diminuto pajarillos de 11 a 12 centímetros, se distingue nada más verlo, por su prominente cresta, salpicada de blanco y negro que alza o repliega según su estado de ánimo; la cara es blancuzca con una mancha negra que desde el ojo desciende curvada hacia las mejillas; la garganta presenta un collar. las partes superiores son de color gris pardusco y las inferiores parduscas, con los flancos de color ocre. Y como casi todos los páridos sus patas son azuladas.
Se sirven de los agujeros de los árboles para anidar, es cierto que la escasez de agujeros en los bosques de coníferas -pinares y abetales- es un inconveniente, pero vemos que los capuchinos son valientes y emprendedores y consiguen con su diminuto pico excavar una cavidad adecuada, y esto lo hacen tanteando los tocones; o sea, la parte del tronco que queda unida a la raíz cuando cortan un árbol, o ramas secas que presenten maderas descompuestas; en esta cavidad excavada por la hembra es donde construye un nido en forma de taza, a base de musgo y a veces líquenes, tapizada con pelo y lana y también telarañas. La época de cría da comienzo de primero a mediado de abril a mayo. Generalmente acostumbra a poner una pollada en el norte y dos en el sur, que constan de 4 a 8 huevos, es muy raro que sean de 11, pero se ha dado esta circunstancia; estos huevos son subelípticos, lisos y algo brillantes. De color blanco, punteados de rojo purpúreo; y la incubación es llevada a acabo sólo por la hembra, eso sí, ayudada en lo referente a la alimentación por el macho. No quisiera terminar este trabajo sobre el herrerillo sin decir, que a pesar de su diminuto cuerpo, es un gran colaborador en la lucha contra las plagas forestales, y su presencia en todos los tipos de bosques, junto a su alimentación insectívora le hacen acreedor del agradecimiento de todas aquellas personas que de una forma u otra sienten preocupación por la Naturaleza.

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