lunes, 12 de julio de 2010

LA CURRUCA CABECINEGRA (Sylvia melanocephala)



Pertenece al Orden de las paseriformes, familia Sílvidos y su nombre científico es, Sylvia melanocephala. Cuando en la cuenca mediterránea los perros van buscando las codornices de paso, observamos que a su ves van lavantando unos pajarillos enanos llamados currucas cabecinegras, éstos gustan del monte mediterráneo y sus plantas aromáticas. Coloniza en gran número y con gran cantidad de razas, el monte bajo y los bosques mediterráneos de poca talla. Algunas razas han quedado reducidas a una isla, como en el caso de la raza melanothorax, curruca osculada, que sólo existe en Chipre.
El macho se distingue por tener el capirote negro que se extiende ampliamente por debajo del ojo, garganta de color blanco, partes superiores grises y las partes inferiores blancuzcas con los costados de color gris. El anillo ocular es de un vivo color rojizo. Tiene por costumbre esta curruca enderezar con frecuencia su cola.
Las currucas generalmente suelen ser migradoras, pero en el caso de esta curruca vemos que no sucede igual, puesto que debido a que su hábitat es en zonas donde la temperatura no suele bajar del punto de congelación del agua; observamos que se comportan todo el año como sedentarios en territorios de cría.
Por su conformación, es un ave típicamente insectívora, que caza entre los árboles de nuestros cultivos y jardines o entre los matorrales de los campos. Al igual que las otras currucas, picotea los brotes cuajados por pulgones y también limpia de cochinillas las hojas y tallos de los árboles; la vemos perseguir a los insectos voladores, y de vez en cuando se da un festín con alguna oruga gorda que encuentre.
Cría en matorrales y arbustos dispersos entre la hierba, desde la vegetación dispersa de las laderas secas hasta las malezas de los bosques abiertos.
Su nido es una taza de hierba seca y tallos, atados con telarañas, y el tapizado interior del mismo, es una almohadilla de plumón vegetal; acostumbra a poner dos nidadas, desde mediados de marzo amediados de abril, constando cada una de ellas de 3 a 4 huevos, que son subelípticos, lisos y brillantes. De color muy variado, ya que los hay de color blanco o ligeramente teñido de verde o rosado; manchados de canela oliva, verde claro, pardo, rojo purpúreo y gris. Cuando los pollos han alcanzado los 11 días de vida, ante cualquier peligro abandonan el nido y saben esconderse en la espesura a la perfección. Es también un pájaro protegido por el Real Decreto 3181/1980, de 30 diciembre.

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