jueves, 1 de julio de 2010

LOS NIDOS (primera parte)





Todas las aves deben superar una dificultad, conseguir una protección continuada de los huevos, frente a los depredadores, y proporcionar a sus futuros hijos un calor muy necesario para poderlos traer al mundo.

Las variedades de nido que cada especie ha ido desarrollando, a lo largo de su existencia, han significado un éxito parcial para vencer esa dificultad.

Los nidos podemos catalogarlos como plataformas que sirven para defender los huevos en los lugares donde están situados; esto en algunos casos, en otros, para ocultarlos de la vista de posibles depredadores o bien, para protegerlos de los vientos fríos y permitir que el calor que les han de dar los padres no sufran ninguna pérdida.

No dudo que aún existiendo una gran variedad de nidos, existen también, un número limitado de tipos de estos bastante definido, existiendo especies que no participan en la construcción de sus nidos, osea que no hacen nidos, pero aquí cabe preguntarse ¡ si no hacen nidos y estos se suponen que son para dar calor a los huevos y posteriormente salgan los polluelos! ¿Cómo lo consiguen?.
Pues bien, estas especies ponen los huevos sobre el terreno haciendo una pequeña hondonada y, entonces van bajando su cuerpo hasta que su pecho cubre los huevos; no cabe la menor duda de que el calor que irradian las placas abdominales tiene que ser mayor que el del ave que se ayuda con el calor producido por los materiales de que está hecho el nido; generalmente la nidificación de estas aves tienen lugar en llanuras abiertas como, la ganga común o en cornisas o cavidades de roca como, las lechuzas, búhos, halcones, abejarrucos, etc,.
Sería muy largo y extenso el ir enumerando cada una de las distintas formas que tienen las aves de construir sus nidos.
Los materiales para la construcción del nido dependen casi enteramente del material disponibles en sus proximidades y también del grado de tranquilidad que disponga el ave; debido a la necesidad de utilizar materiales cercanos hace que el Chorlitejo Grande tapice la concavidad con pequeños guijarros, o que el Alcavarán utilice pequeñas piedrecitas y excrementos de conejos.
Observamos también que las aves que construyen sus nidos en lugares de condiciones adversas vayan agrupando a estos más materiales, esto es importante en los casos en los que las aves que se hallan en lugares, tal vez frío y húmedo, reaccionen incrementando su actividad constructora dando lugar a voluminosos nidos.
Estas construcciones se encuentran muy extendidas entre los patos, grullas, torillos, colimbos y limícolas.
Las aves que en la construcción de sus nidos utilizan ramas rígidas, acostumbran a hacerlos en los árboles y puede consistir en una delgada plataforma; la colocación de las ramitas en su sitio las encajan por medio de movimientos continuos del pico. La gran mayoría de las aves construyen sus nidos en forma de taza, naturalmente para su construcción utilizan un material muy flexible sentándose el ave en el centro y mientras lo construye va enlazando las ramitas unas con otras y dándole la forma redondeada; cuando lo tapiza interiormente con su cuerpo le va dando la forma de taza para ellos se sienta sobre él con la cola levantada haciendo girar su cuerpo, flexiona la cola y tratando de consolidar el borde del nido con sus patas agranda la parte de su interior, éste una vez terminado queda adaptado cómodamente alrededor del ave al incubar, con una cámara debajo de los huevos.

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