Por eso la superficie del frente de batalla era superior a 300Kms.
Ciertamente los más importantes del periodo decisivo entre abril-julio de 1925, se acentua en tres frentes de batalla (Fes, Taza y Uazan), siendo posible su resumen como sigue:
La organización militar conocida como "Centros móviles" rebasó lo que había planeado su experto el mariscal Lyautey; después que se aseguró de su limitación durante los primeros días de los enfrentamientos, cómo éstos centros cayeron en manos de los guerrilleros o terminaron su liberación en circunstancias muy duras después que persistió el asedio por largo tiempo.
No se puede por menos de hacer alusión al proyecto del severo y eficaz asedio que los rifeños intercalaban con precisión y disciplina a las órdenes de Mohamed ben Abdelkrim ben Al Jatabi.
- La continuada exaltación a los refuerzos militares por la metrópolis y las colonias durante este tiempo, no se correspondían con lo que sucedía en el campo de las operaciones militares, teóricamente debido a la afiliación de las más importantes cabilas vecinas de Fes, Taza y Uazan al movimiento de la resistencia, y a la ejecución de intensas actividades que desconcertó a los responsables colonialistas haciéndoles fracasar en sus proyectos.
Las anteriores ciudades mencionadas se vieron amenazadas de caer en manos de los rifeños hasta el punto de que el general Cambay (jefe del frente de Taza) ante el demoledor avance de los guerrilleros y las enormes pérdidas que sufrieron sus fuerzas, se vio obligado a solicitar urgentemente el 22 de julio de 1925 una petición a Lyautey, en la cual pedía se le diera autorización para decidir la retirada de Taza al objeto de evitar la catástrofe.
Pero esto último intensificó el envío de refuerzos militares y el rechazo de su petición.
El mando de la resistencia consideró a su jefe Mohamed ben Abdelkrim, durante el mes de julio, uno de los mejores:
La duración del avance en dirección a las tres ciudades (Fes, Taza, Uazan, y la posible responsabilidad de esta decisión, especialmente, porque las fuerzas españolas habían activado todos sus frentes (este y Oeste), y eso había exigido del mando un lento y minucioso estudio de la situación general o la adopción de una actitud defensiva, para estar en condiciones de levantar el desafío colonialista en circunstancias apropiadas.
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