Konrad Lorenz, premio Nobel por sus magistrales investigaciones sobre el comportamiento animal, considera al lúgano como la especie más apta para la cautividad.
Este fringílido se caracteriza por el amarillo de la franja alar, obispillo y lados de la cola; el macho posee un boina y mentón de color negro, con librea verde y amarilla brillante, dejando a las hembras los tonos más grises y las listas en el pecho de color blancuzco
Xamarro, decía de él hace más de cuatro cientos años:"el pájaro que llaman lugano es de su naturaleza serrano; su color es verde y la cabeza grande, negra (...). Estos pájaros se toman y cazan en el mes de octubre, bajan de las sierras por este tiempo huyendo del frío y viene a tierra calurosa (...),es pájaro peregrino y así tenemos y hallamos poco que decir de él".
El lúgano -Carduelis spinus- pertenece a una de las diecinueve especies de fringílidos que crían en Europa, tiene una longitud de doce centímetros y es aproximadamente del tamaño de verdecillo, aunque su pico es un poco más largo.
Los escasos lúganos que crían en nuestro país, lo hacen en los bosques de pinos y abetos del Pirineo, País Vasco y en algunos puntos del Guadarrama y Serranía de Cuenca.
El típico caracter vagabundo del lúgano hace que sus poblaciones varíen bastante de año en año, sedentarizándose en diferentes comarcas en relación de la mayor o menor cosecha de semillas del arbolado que se presente ese año. Este hecho, normal en la vida de algunos pájaros, ha confundido a muchos aficionados haciéndoles creer que los lúganos no vienen a nuestras tierras nada más que cada cuatro o cinco años; sin tener en cuenta a los grandes fríos que hacen migrar a este pájaro a nuestras áreas y por otro lado la ocasional coincidencia de una gran producción de semillas de los árboles de los cuales se nutren.Forma bandadas en invierno, a menudo con el pardillo sizerín; su actividad e inquietud la demuestra incluso cuando se alimenta, colgándose de una espiga de aliso como si fuera un paro y últimamente se ha aficionado a los cacahuetes que, a veces, se esparcen en los jardines para alimentar a los paros.
Su canto lo realiza desde las copas de los árboles y cuando efectúa los vuelos de exhibición nupcial, realizando círculos por encima de los árboles llevando hinchado su plumaje. Cría, sobre todo, en los bosques de coníferas, en Europa central principalmente en montañas; su nido normalmente lo sitúa hacia el extremo de una rama bastante alta. Este nido es una taza de pequeñas ramitas con líquenes y musgo, en el cual deposita la hembra de tres a cinco huevos, subelípticos lisos y brillantes de color púrpura, punteados con pequeñas manchas. la hembra efectúa dos nidadas y es ella sola la encargada de llevar a buen término la incubación.
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