Una bonita y bella ave habitante de las zonas palustres, es el flamenco -Phoenicopterus ruber- es la única de las seis especies existentes que suele criar en Europa; son aves acuáticas muy altas con cuello largo y curvado, patas largas, pies palmeados y pico grueso y recio decurvado en la parte central.
Los flamencos son el orgullo y las más bellas aves del pantano; cuando se posan entre los juncos, lanzando roncos y sonoros gritos.
Parece que algunos científicos no los consideran como verdaderas zancudas, porque sus patas, con tres dedos palmeados, constituyen una transición entre el orden de la zancudas y el de las palmípedas. De costumbres gregarias, raramente sueles nadar; permanecen durante horas, erguidos sobre una pata, replegando la otra,y con la cabeza escondida, descansando sobre el dorso. Les gusta que el viento juegue con sus plumas, con sus remeras negras, con sus remeras negras, y provocar mil tonalidades rosadas, desde el mas puro color salmón, al coral oscuro. La raíz de su nombre proviene de "flama" fuego, por las tonalidades de sus plumas.
Son aves muy prudentes, inspeccionan el pantano antes de establecerse en él, efectúan este reconocimiento con lentitud, marchando en línea y percatándose de los menores relieves del paisaje.
Un ave vieja, la conductora del grupo, los controla e intranquiliza; vuelve frecuentemente la cabeza. Cada vez que un ruido o extraño movimiento llama su atención, aligera el trote progresivamente, llevándose tras si a los demás flamencos, y, ya en veloz galope, despliega y bate las alas hasta que levanta el vuelo, virando inmediatamente para reconocer al intruso que perturbó su paz.
Mide alrededor de ciento veintiséis centímetros, su alimentación la efectúan en grandes bandadas, usando su pico dotado de placas semejantes a tamices (laminillas), que sirven para extraer pequeños animalillos y materia vegetal del fango de la siguiente forma: sumerge la cabeza en el agua, con el pico en posición invertida, y la mueve de un lado a otro, agitando algunas veces el barro con los pies. Acostumbra a criar cuando las condiciones son óptimas, aveces está varios años sin criar.
Cría en aguas someras en la orilla de lagos y lagunas, salobres o saladas, son muy sociables y nidifican muy cerca unos de otros. Al ser aves muy sensibles a las interferencias cualquier motivo las hacen abandonar el lugar a toda la colonia con facilidad. Su nido es un pequeño montículo de figura cónica en aguas superficiales, con una ligera depresión en el centro, cuando el barro de que está hecho se seca; se forma una estructura dura, en él deposita uno o dos huevos, de figura subelíptica larga de color blanco verdoso. Cría irregularmente y es residente parcial en España y sur de Francia; algunos de ellos suelen invernar en el norte de África.
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