jueves, 28 de octubre de 2010

LECHUZA COMÚN (Tyto alba)



Una de las rapaces nocturnas más bonitas y beneficiosas, es la lechuza común -Tyto alba- de treinta y cuatro centímetros de longitud, que duerme durante el día en los campanarios, viejas palmeras y edificios ruinosos. Su llamada, para algunos siniestra, ha determinado que ciertas casas antiguas de zonas rurales tengan la falsa leyenda de albergar fantasmas. Se nutre -casi exclusivamente- de roedores como ratones y ratas, aunque no desecha de vez en cuando atacar a algún despistado pajarillos; el desconocimiento de algunas personas para poder distinguirlas de otras rapaces nocturnas -se la reconoce -sobre todo- por la forma de corazón de su disco facial y por el color claro de su plumaje, este conjunto hace que se la conozca como "Dama de la noche"- hace que sea perseguida con una saña tan in justa como tenaz.
De las doce especies de lechuzas que existen en el mundo, solamente una especie cría en Europa, la Tyto alba, que tiene su hábitat alrededor de las moradas humanas, frecuentando las granjas, campanarios y edificios abandonados; encontrándose también en terrenos claros con grandes árboles.
Cuando situa su nido no acumula en él material alguno, pro puede formar una depresión superficial con el material existente, particularmente tapizado con egagrópilas, es decir, los huesos, el pelaje y otras partes no comestibles que son regurgitadas más tarde en forma de bolitas.
Su época de cría da comienzo en abril, efectuando dos nidadas compuestas cada una de cuatro a siete huevos, excepcionalmente algunas hembras llegan hasta diez; tiene la forma de subelípticos largos a elípticos, no tienen brillo y son de color blanco. la puesta de estos huevos son a intervalo de dos o más días y su incubación suele durar unos treinta y dos días, participando el macho sólo en la aportación de la comida a la hembra durante la incubación. las parejas, salvo accidentes casuales , se unen durante largo tiempo -parece ser que alrededor de quince años- sobre el territorio que ellos mismos se han delimitado; cuidando a sus crías con gran solicitud. Aunque su área de distribución es bastante amplia, existen muchos espacios vacíos, notándose su falta en Islandia, la mayor parte de Escandinavia y algunas partes de Grecia. Los numismáticos sin duda conocerán una moneda ateniense del siglo VI a. de J.C. cuyo dibujo central era una lechuza.
Debido a la potencia de su vuelo, esta rapaz, ha sido capaz de extender su distribución a muchas islas de los océanos Pacífico e Índico. Se posa erguida, pudiéndose apreciar entonces sus largas patas zambas y gorda cabeza; su vuelo cuando la apreciamos volar cruzando de un lugar a otro, sin que nos dificulte su visión las luces nocturnas, vemos como su vuelo es vacilante y, a veces distintivamente fantasmagórico. También se la puede oír por la noche en diferentes lugares de la ciudad cuando emite su prolongado y agudo grito, acompañado a veces con notas sibilantes, ladrantes y ronquidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario