sábado, 29 de enero de 2011

ANÁTIDAS 3ª parte



El hábitat del ánsar común está situado -en invierno-en pastizales, marismas, estuarios y terrenos de labrantío, cerca de la costa.
Cría en las islas alejadas, Islandia, algunas zonas costeras del Norte de Escocia y en el Este de Europa, mayoritariamente también lo hacen en el Asia central hasta el Pacífico, este ánsar está conceptuado como un migrador parcial invernando por el Sur de Europa hasta algunas zonas de las regiones mediterráneas.
Los ejemplares salvajes suelen poner de cuatro a seis huevos, siendo su época de cría a finales de marzo o principios de abril; estos son incubados solamente por la hembra, durante unos veintiocho días, permaneciendo el macho cerca del nido mientras la hembra efectúa la incubación.
Ponen una sola nidada al año, naciendo los polluelos nidífugos y con plumón; abandonan el nido al poco tiempo de eclosionar los huevos buscándose por sí mismo su propio alimento, aunque vigilados por sus padres los cuales continúan proporcionándoles calor hasta alcanzar la independencia hecho este que tiene lugar aproximadamente al mes y medio del nacimiento.
El pato mandarín, como la mayoría de las especies pertenecientes a esta familia, tiene un acusado dimorfismo sexual, pues mientras el macho posee una librea inconfundible presentando unas plumas de color anaranjado dispuestas en las alas que asemejan "velas" verticales, un moño erizado, un grueso cuello y un plumaje multicolor y chillón, adornando su cabeza una amplia lista blanca, pico rojo y pecho marrón; la hembra es de color pardo-gris, con anteojos blanco y una pequeña mancha alar de color verde oscuro. Esta especie que procede de Asia -concretamente de China y Japón- fue introducida artificalmente en las Islas Británicas aunque hoy día cría en libertad en varios países de Europa central.
Debido a que su área de distribución, asiática, es muy limitada y está siendo amenazado principalmente por la desforestación, se está intentando ampliar sus áreas de cría en el continente europeo y para ello están siendo colonizadas desde hace tiempo nuevas áreas por aves liberadas intencionadamente.
las poblaciones cimarronas, es decir, aquellas escapadas de la cautividad, actualmente están bien establecidas. Habitan los patos mandarines las aguas dulces como: lagos, charcas, aguas ornamentales y ríos, todas ellas rodeadas por arbustos.
la nidificación de los patos mandarines suelen hacerla en las cavidades de los árboles a menudo este nido está situado altitud de dos a tres metros, no teniendo por costumbre situarlos en la bifurcaciones de las ramas.
la cavidad del árbol la revisten con plumones y algunas pocas plumas, sin añadirle ningún material vegetal, la hembra realiza una sola puesta que consta de nueve a diez huevos que son incubados por ella sola durante aproximadamente un mes al final de los cuales nacen las crías nidífugas y con plumón. Un día después de nacer las crías van cayendo del nido y una vez todas en el suelo siguen a la madre hasta el agua, encargándose solamente ella de atenderles. los pequeños mandarines son muy activos e independientes y bucean cuando perciben algún atisbo de amenaza, este pato es el único pato arborícola que existe.

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