Los archipiélagos del Océano Pacífico constituyen biotopos independientes; por consiguiente, suelen tener una fauna curiosa, a veces de composición desiquilibrada.
Algunas clases de animales no existen o son muy escasos, como, por ejemplo, los mamíferos; otras, como las aves, se ven representadas por numerosas especies, como alguna de las cuales no podemos encontrarlas en ninguna otra parte del mundo.
La ausencia casi total de grandes carnívoros terrestres, preservan ciertas familias de animales del aniquilamiento.Los reptiles son muy abundantes pero no existe ninguna duda en afirmar que la clase animal más próspera de estos archipiélagos del Pacífico pertenece a la fauna aérea. Las aves son muy numerosas y variadas, encontrándose entre ellas las más famosas. las "aves del paraíso" habitantes únicamente en esta región; a las cuales dedicaré algunos trabajos.
En el archipiélago de las Molucas, en las islas Halmahera y Ceram, existe un bello psitácido llamado loro charlatán -Lorius garrulus garrulus- de treinta centímetros de longitud. Este loro goza de la reputación de tener una mímica muy notable, pero con el inconveniente de poseer un apasionado e irritable temperamento, que le hace ser bastante agresivo con parejas de distinta especie; a su favor debemos anotarle la mansedumbre y el cariño que demuestra hacia su cuidador.
Su coloración es de un rojo brillante; unas pocas plumas parcialmente amarillas en mitad de la espalda, en la curva del ala, y debajo de ella. la parte superior del ala es de color verde, el resto es verde oscuro, y presenta un gran lunar de color en las mebranas interiores de las remeras. Su pico es rojo, y un círculo claro rodea sus ojos.
De este psitácido existen tres subespecies extendidas por algunas otras cercanas islas como. Beroe y Ambonia también pertenecientes a las Molucas.
En libertad anidan en el hueco de los árboles, desde junio a septiembre, en este nido deposita la hembra dos huevos que son incubados durante un mes.
Esta especie de loro es muy frecuente, y su crianza se hace necesaria para poder mantener las reservas de la especie.
Su alimentación está basada, en cautividad, a base de papillas como la de los niños, miel y preparados multivitamínicos, así como fruta y semillas blancas de girasol.
No es aconsejable poner una de estas aves sola en un jaula, ya que en su hábitat natural viven en parejas. la temperatura para obtener un buen resultado en su crianza no debe ser inferior a los doce grados centígrados para poder evitar en las hembras el bloqueo de los huevos al efectuar las puestas.
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