En el continente australiano, en los alrededores del desierto de Simpson, entre los montes Mac Donell y Musgrave, al oeste de Queensland, y en toda la zona del lago Eyre, en toda la estepa de matorrales; se encuentra distribuida una bonita Psitácida llamada Cockatiel -Leptolophus hollandicus- también conocida como, loro de Nueva Holanda. Su color general es marrón oscuro, marrón grisáceo en la parte inferior y algo más oscuro en la espalda. Posee en el ala una gran mancha blanca, la parte anterior de la cabeza, lados de la cara, garganta y moño es de un precioso color amarillo limón, exceptuando las puntas de las plumas del moño que son marrones.
Un círculo de plumas cubriéndole sus orejas son de color naranja brillante, su cola, relativamente larga, tiene forma de punta de flecha, siendo la longitud total de este psitácido de treinta y tres centímetros.
La hembra adulta se diferencia del macho en la disminución de la mancha blanca del ala, y en la pequeñez del círculo anaranjado de las plumas que cubren sus orejas.
No por ser uno de los miembros de la familia de los loros de color más sobrio, deja de ser popular pues gracias a su dureza, fertilidad y buen talante es muy querido por los amantes a las aves psitácidas.
Como compañeros de hogar el macho del cockatiel es muy recomendable, ya que cuando se amaestra pacientemente aprende silbar bonitas melodías, y hay quien con gran paciencia consigue sacarle algunas palabras. Pero considero que excluyéndole el penetrante ruido que de vez en cuando suele emitir, se le puede perdonar por los agradables y variados silbidos que emite y que si se le contesta, responde.
Como aves de pajareras, los cockatiels son muy recomendables siendo también muy buenos reproductores cuando se les proporciona un lugar espacioso para criar, a menudo, lamentablemente, mientras los cockatiels sanos son hermoso y prolíficos, encontramos en los mercados de aves gran cantidad de éstas que son endogámicas - hijos de padres consanguíneos - o cuyas condiciones de crianza han sido muy deficientes. Esta negligencia o desconocimiento, por parte de algunos criadores son una fuente de problemas para aquellas personas que adquieren a una de estas aves, ya que si se poseen para la reproducción la mayoría de los machos son estériles, y las hembras padecen el temido bloqueo de huevos.
Es cierto que se les suministra pipas de girasol, pero no estaría de más ponerles algo de cañamón, avena y mijo, junto con alguna fruta que exprime para extraer su sabrosa pulpa. Dentro de estos cockatiels existe una mutación muy llamativa y apreciada que llama mucho la atención a los amantes de estos psitácidos, me refiero al cockatiel albino, de color completamente blanco, garganta y moño de un bonito color naranja, así como parte de las plumas de la cola: poseyendo una mancha de color naranja fuerte cubriéndole los oídos.
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