viernes, 18 de marzo de 2011

LORO DEL SENEGAL (Poicephalus senegalus)




Habitante del África Occidental y Central este pequeño y bonito loro, es un ave popular y bien conocida y, probablemente sea uno de los mejores loros pequeños para aquellos que prefieran un favorito de jaula.

Existen tres subespecies de este loro del Senegal -Poicephalus senegalus- cuya coloración del macho es verde; cabeza de color gris oscuro, más claro en las mejillas. La parte inferior del pecho y el abdomen de color amarillo naranja. Las remeras son oscuras, con algunos toques de color verde en las plumas exteriores, su longitud es de veinticuatro centímetros.
Este pequeño loro puede anidar en cavidades donde una vez hecho el nido la hembra deposita en él alrededor de cuatro huevos que incuba durante veintisiete días, los senegalus acostumbran a ir por parejas, pero en grupos reducidos. Su alimentación en libertad la obtienen de los árboles donde consumen brotes, frutos y bayas, haciendo grandes destrozos en los campos de cereales.
El loro del Senegal cobra mucho afecto a las personas, es vivaz y juguetón, aunque no tiene fama de hablar mucho, aprende pronto a decir unas pocas palabras y breves frases. Cuando he tenido ocasión de admirarlos no me ha dado la impresión de que sea un loro arisco, pero cambiando impresiones con criadores y personas que los conocen bien, me han manifestado su tendencia a morder en los momentos de colérica excitación así como el desagradable chirriante chirrido de que a menudo hace gala.
Su alimentación en cautividad está basada en pipas de girasol, semillas pequeñas, avena y algo de fruta.
Deben de ser mantenidos en una gran jaula para loros. Estos psitácidos mantienen una estrecha unión con su pareja, pero parece ser que en grande pajareras donde están en una restringida libertad se comportan atolondradamente; incluso ejemplares domesticados pierden a menudo su rumbo y son nerviosos y torpes cuando vuelan en descenso, poniéndose a revolotear alocadamente, para recobrar a continuación su posición en un elevado lugar.
Linden, decía " que si la mayoría o casi todos los individuos del orden de los loros, tan rico en especies, merece el nombre de -monos emplumados-, esto podría decirse principalmente por su facultad de imitar, por la grotesca manera con que trepan, por su memoria, su astucia y precaución, así como por sus caprichos; y por la malicia y malignidad que precisamente en las especies más principales se observan".

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