El Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- marchó con sus compañeros hacia la ciudad de Taif -cercana a Meca-, disponiendo un largo asedio a esa ciudad que estaba fortificada.
Después de pasado un año y de la gran victoria que obtuvieron los musulmanes en Tabuk, los ciudadanos de Taif se decidieron a aceptar el islam.
El Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- pasó diez días en la ciudad de Taif, durante ese tiempo se sometieron muchos oasis y ciudades del norte, tanto judías como cristianas; entre ellas la ciudad marítima de Makna; Adhruh, y la del príncipe cristiano Yuhanna di Ayla.
Podemos pensar que Muhammad -la paz y las bendiciones sean con Él- consiguió algo que nadie se hubiera atrevido a cree, y es lo siguiente: antes se encontraban enfrentadas las tribus de Arabia entre sí, con venganzas y guerras que incluso fueron cantadas en poemas satíricos que reavivaban los ánimos. Sin embargo lo que consiguió el Profeta -la paz y las bendiciones sean con Él- fue la perfilación de la Umma - es decir: una hermandad entre todos los pueblos musulmanes. Se incorporaron al islam nuevas tribus del centro, del sur y del norte de la Península Arábiga.
Aquí he de resaltar lo que enseñaba el Corán; que era el respeto por el extranjero, por lo diferente, por la propiedad ajena, que era algo desconocido por los árabes hasta ese momento.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario