domingo, 3 de abril de 2011

CURRUCA CAPIROTADA (Sylvia atricapilla)


Los sílvidos abarcan a trescientas especies esparcidas por todo el mundo, pero principalmente en el Viejo Mundo. Treinta y seis especies crían en Europa, otras dos son visitantes.

De todas las currucas, la capirotada es más típicamente un pájaro de los bosques caducifolios, al igual que la curruca mosquitera; también habita en los sombríos bosques de coníferas.

Se las ve instaladas en los jardines tupidos y en los parques, siempre buscando lo sombrío.

La curruca capirotada, es una especie ampliamente distribuida y común que anida en lugares arbolados con subsuelo de matorral.

En nuestra zona de la provincia de Málaga, así como en toda Andalucía, alberga gran cantidad de aves invernantes, y es muy abundante en la garriga de lentiscos y en el olivar.

Este pájaro ha sido muy castigado por los cepos cebados con hormigas de alas. Es una lástima porque esta ave podemos considerarla como una gran aliada del hombre en la lucha contra los insectos; consume gran cantidad de desfoliadores como los tortrícidos, ya que tienen un régimen insectívoro muy amplio.

En cuanto a su reproducción, las parejas que llevan a buen fin una primera nidada suelen nidificar una segunda vez en junio o julio.

La hembra deposita en el nido de tres a cuatro huevos, a veces cinco; son subelípticos, lisos y brillantes, su color es muy variable, blanco o ligeramente teñido de verde o rosado; moteados, manchados y puntiagudos de color oliva, pardo, rojo purpúreo y gris.

Los polluelos nacen nidícolas y desnudos; su boca es amarilla con un par de manchas negruzcas en la base de la lengua.

Cuando observamos a los machos de las currucas capirotadas, podemos confundirlos con los Carboneros Palustres y Sibilinos, aunque carecen de mejillas blancas y del babero negro de dichas especies.

En los jardines urbanos de la región mediterránea es muy común y hacen una gran labor acabando con los insectos y sobre todo con los pulgones existente en esos bonitos rosales.

El macho tiene un canto muy sonoro y de gran belleza, esta curruca, como buen sílvido, es una de las aves cantoras más admirables.

El macho tiene el dorso pardo grisáceo y los flancos grises, en la cabeza un casquete negro claramente delimitado que le llega hasta los ojos.



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