MIRLO ACUÁTICO (Cinclus cinclus)

Habitante de la parte alta y media de la red fluvial, prefiere afincarse en los parajes escabrosos de las márgenes rocosas y de abundantes cascadas.

En invierno se le encuentra -en ocasiones- junto a los arroyos y lagos de tierra baja. Asciende por los arroyos de montaña hasta los dos mil o tres mil metros de altitud.

Entre las aves cantoras ocupa un lugar privilegiado, debido a que es capaz de sumergirse en el agua. Se han observado cuando buscan en el fondo de las aguas poco profundas las larvas y los animálculos que son su base alimenticia. para apresarlas, se agarra fuertemente con sus uñas a una roca, ayudándose de las alas para mantener el equilibrio y capturar sus presas arrastrando el pico por el fondo del agua, sale completamente seco; del agua suele también extraer los materiales de construcción para sus nidos. Si coge alguna hierba seca de la orilla, la moja antes de usarla.

Su nido es de gran tamaño en forma de bola, con acceso lateral.

Existen cinco especies de cínclidos -mirlos- en las regiones templadas de Eurasia y el Nuevo Mundo. Solamente una especie cría en Europa.

El mirlo por la forma de su cuerpo y la postura de la cola se parece más al chochín. Tiene el plumaje muy espeso y alisado gracias a la glándula uropigal, aunque no absorven el agua y conservan el aire; de esta forma, cuando se desplaza bajo el agua, el ave está cubierta por una película de pequeñas burbujas de aire.

Se le ve generalmente posado sobre una roca en medio de la corriente, moviéndose espasmódica mente o volando bajo sobre el agua con rápidos aleteos.

Cada pareja ocupa un amplio territorio de aproximadamente un kilómetro de agua corriente que defiende con agresividad y a veces, anida varios años seguidos en el mismo lugar.

Los jóvenes abandonan el nido tres semanas después de salir del cascarón.

No se puede catalogar solamente al mirlo como un habitante de las aguas torrentosas, por que son numerosos los mirlos que anidan en las regiones de escasa altitud.