El carricero común, tiene una longitud de trece centímetros; su dorso es pardo canela con tinte rojizo en el obispillo; cremoso por debajo, que se vuelve de color ante en los flancos y en las infracoberteras caudales.
Una de las habilidades de los carriceros es trepar por las cañas, esto lo hacen agarrándose con sus robustos dedos y uñas y avanzando en sacudidas.
Es un huésped estival del carrizo, aunque no sólo frecuenta las áreas encharcadas, se le suele ver -instalado- en las orillas medio secas. Los machos suelen cantar de noche, antes de la salida del sol, estos cantos se prolongan todo el día por los pantanos, lagunas y los cursos de los ríos; suele realizarlo encaramado en un tallo, pero no suele cantar en el interior de la maleza.
El nido del carricero común está situado, por lo general, sobre el suelo húmedo, algunas veces lo han situado en un lugar un poco elevado. Es difícil verlo, porque, suelen protegerlos -por arriba- con una cobertura de hierbas.
Suelen realizar dos nidadas desde finales de mayo a finales de julio. La incubación es llevada a cabo por ambos progenitores que se turnan para dar calor a los cuatro o cinco huevos de color blanco verdoso fuertemente manchados de verde oliva, que fueron depositados en un nido en forma de taza honda suspendida entre los carrizos.
Los carriceros comunes se distribuyen para criar en Europa oriental y templada; al este de Siberia oriental e Irán; también en el Norte de África donde los contemplé muchísimas veces. Emigra al sur hasta el África tropical.
Su alimentación está basada en hormigas, hemípteros heterópteros -chinches del campo-, también hacen acopio de pequeños caracoles.
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