viernes, 10 de junio de 2011

TREPARRISCOS (Tichodroma muraria)




En la alta montaña, castigada por la más dura intemperie también existe un mundo alado característico.

Cuando los montañeros visitan las quebradas, los terraplenes y fisuras, hallan entre otros alados a los treparriscos.

Sólo existe una especie en Eurasia y cría en Europa; está relacionada con los trepadores y agateadores, poseyendo algunos caracteres de ambos. Podemos decir referente a esto que el treparriscos posee el pico curvo del agateador, pero trepa más como el trepador.

El treparriscos es un excelente escalador de cantiles y pedruscos, su avance por riscos lo hacen gracias a la potencia de sus patas que terminan en unas uñas que se agarran a la menor aspereza -como ocurre con las uñas de los vencejos-.

Los treparriscos crían en los escalpes de la cordillera cantábrica y pirenaica, por encima de los 1900 metros. El nido suele estar en una fisura inaccesible de una chimenea, cuando los pollos salen del nido y se independizan, se mueven por las pedrizas y neveros de las cumbres, pero cuando dan comienzo los primeros temporales de otoño se marchan para abajo.

Los treparriscos tienen una longitud de dieciséis centímetros, de los cuales dos centímetros y medio pertenecen a sus picos.

Su fisonomía: pico largo curvado; anchas alas redondeadas; cola corta. Las alas son negras con una gran mancha carmesí vivo y una doble fila de manchas blancas en las plumas primarias; su cola es negra, con una franja terminal blanca. Sus partes superiores son grises; la garganta y el pecho son negros en verano , y blanco grisáceo en invierno; su vientre es oscuro.

Los machos cantan, mientras trepan por las paredes rocosas. Su nido lo sitúan en el interior de las hendiduras de las rocas, son inaccesibles; a veces lo hacen en las ruinas u orificios de los muros; este nido es de sólida construcción, a base de musgo, tallos y líquenes, pero su interior está muy bien acolchado con pelos y plumas. En este nido la hembra deposita de cuatro a cinco huevos, que incuba ella sola durante unos diecinueve días; sólo una nidada al año.

Su alimentación está basada en arañas, pequeños moluscos e insectos que viven o se refugian en las grietas del roquedo, a los cuales les da captura gracias a su curvado pico.

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