Existe un laberinto vegetal, en el cual se nos hace muy difícil -a los observadores de aves- el poder contemplarlas. este no es otro que las espesuras de las cañas, eneas y carrizos, donde habitan una serie de pájaros de color pardo, entre ellos, voy a destacar en esta ocasión, al escribano palustre.
Este biotopo donde merodea este escribano, es totalmente diferente del que habitan los demás escribanos.
En estas orillas de lagunas, la hembra busca un pequeño lugar seco al que lleva briznas y hierbecillas secas; musgo y hojas de juncos, materiales que como es obvio encuentra en los alrededores.
Acostumbra a situar el nido en el suelo, entre la vegetación, siempre muy disimulado. Encontré nidos de escribanos palustre entre ortigas y campos de alfalfa. Realiza dos nidadas una en el mes de abril y otra , de junio a julio; cada nidada consta de cuatro a seis huevos. Dichos huevos tienen figura subelípticas, lisos y brillantes, de color púrpura muy pálido o gris lila. La incubación dura unos trece días. Cuando nacen las crías son nidícolas y con plumón, largo y abundante; la boca de las crías en el nido tienen el interior del pico rojo carmín con las comisuras blanquecinas.
La cabeza del macho es inconfundible, y contrasta con las plumas blancas del cuello y bigotera, de lejos son muy visibles.
Cuando llega el invierno muchos ejemplares de otras zonas europeas vienen a pasar esa época, se les ve comer por los campos de alfalfa, maizales y otros cultivos de regadíos. Por la noche acuden a dormir a los cañaverales. Cuando los inviernos son muy fuerte las lechuzas además de cazar ratones, suelen atrapar a los pájaros en estos dormitorios.
En primavera, el macho posee una cabeza de color negro separada por dos bigotes blancos, con la barbilla y la garganta negras.
Como otras aves habitantes de las zonas palustres, tiene una dieta muy variada y completa, ya que las semillas de espadañas y carrizos, así como gran cantidad de artrópodos acuáticos que suelen cazar en la superficie del agua o cuando se posan en los tallos para secar sus alas.
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