CURRUCA MOSQUITERA (Sylvia borin)

Una de las más difíciles de catalogar por los aficionados principiantes, es la escondediza curruca mosquitera.
Este ave, necesita para llevar a efecto su reproducción, la espesura de altos arbustos, con o sin árboles, por eso al buscar zonas de lugares relativamente húmedos, y por estas circunstancias, esta especie está muy localizada en la zona mediterránea.
Su longitud es de catorce centímetros, esta curruca tiene una coloración pobre en contraste; las partes superiores son de un color pardo uniforme; las inferiores son más claras, pero sólo tiene el vientre blanco.
Se encuentra muy a gusto entre la maleza más espesa, aunque se hace por breves instantes visible en la fronda. Su hábitat lo encontramos en matorrales altos, lindes de bosques desarrollados -cerca del agua-, también en el monte bajo con bosques claros, pero no se introduce en el interior del bosque como lo hace la curruca capirotada.
Cría en la mayor parte de Europa, exceptuando las zonas con clima y vegetación densa; al E por Rusia hasta la lejana Siberia.
El nido es una taza voluminosa generalmente en una horquilla o lo hace entre tallos de plantas, encajadas, pero no las ata a los tallos o ramas que la soportan.
En este nido la hembra deposita de cuatro a cinco huevos. Subelípticos, lisos y brillantes; de color blancuzco o con ligero tinte de color ante, verdoso o rosado, irregularmente manchados, este nido es construido por ambos progenitores.
El polluelo nace nidícola y desnudo, su boca de color rosa brillante, con dos manchas púrpuras en la base de la lengua. Sus comisuras bucales son blancas.
A partir de los once o doce días de vida, los pequeños comienzan a saltar fuera del nido, aunque aún no saben volar correctamente. La curruca mosquitera basa su alimentación principalmente de insectos, aunque en otoño se alimentan de bayas u otros frutos otoñales.