La curruca zarcerilla es algo inferior a la curruca zarcera, con una longitud de trece con cinco centímetros.
Es en general un ave de terrenos abiertos ya que evita los grandes espacios boscosos.
La primera curruca que regresa de sus cuarteles de invierno es la zarcerilla; los machos lo hacen una semana antes que las hembras y, mientras tanto van localizando el lugar de nidificación.
Mas tarde en unos matorrales cualesquiera, aproximadamente a un metro por encima del suelo, construye dos nidos bastante más pequeño que los de las demás currucas.
De ramitas fin as, hierba seca, raíces y algunas hojas secas. Su interior está tapizado con raíces finas y pelo, a veces con plumón vegetal. Es construído por ambos adultos.
En este nido la hembra deposita de cuatro a seis huevos, son subelípticos, lisos y brillantes, de color blanco. La incubación es llevada a cabo por ambos progenitores durante aproximadamente diez días.
Cría desde gran Bretaña, Francia y Escandinavia. Emigra hacia el SE, desde Europa a Grecia. Es muy rara verla en la Peninsula Ibérica.
Existen varias subespecies de curruca zarcerilla en las diferentes partes de su área de distribución. Existe una curruca zarcera de Hume, de las montañas del Tauro hasta el Himalaya, tiene el píleo y el dorso de un gris mucho más oscuro y a veces se le ha considerado una especie aparte.
La curruca zarcerilla es más sociable que las demás currucas y casi no reacciona ante la presencia del hombre.
Esta especie sufre, a veces, el parasitismo del cuco.
Su dieta está basada en insectos y arañas de las ramas, hojas y yemas. Cuando llega el otoño se alimenta también de bayas.
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