jueves, 3 de noviembre de 2011

CASCANUECES (Nucifraga caryocatactes)



El cascanueces pertenece a la familia de los córvidos, que exceptuando Nueva Zelanda se extiende por todo el mundo; en total son unas ciento siete especies, de las cuales once crían en Europa. Aves terrestres de tamaño mediano a grande; podemos decir que son las más grandes de las paseriformes.

El cascanueces tiene una longitud de treinta y un centímetros y posee un cuerpo achocolatado oscuro, cubierto de manchas blancas, el capirote es más oscuro, sin manchas; las infracoberteras caudales son blancas, las alas son negra y la cola también con una banda terminal blanca.

Su pico es largo y negro; ambos sexos son semejantes.

Los bosque de pinos son apetecibles por el cascanueces, así como, los bosques de otras coníferas, como el "Pinus Cembra" llamado Cembro. En los montes ocupa bosques hasta el límite de la zona arbolada.

Al igual que el arrendajo, emite un gorjeo paro no canta; su reclamo normal es un graznido agudo y de largo alcance, podemos considerarlo como una nota de alarma trinante.

Encontramos al cascanueces en Europa Central -sólo en las montañas-, pero en el N de Europa y Asia penetra en las tierras bajas.

Su alimento está basado, principalmente, de semillas de coníferas, avellanas que abre con su agudo pico; suele alimentarse también con el consumo de escarabajos y otros insectos. Tiene la costumbre de almacenar los alimentos -semillas de coníferas- para cuando llegue el invierno; reserva que esconde sepultándolas en el suelo que en gran parte logra localizar cuando el suelo está cubierto de nieve.

Cría el cascanueces en bosques de coníferas y mixtos normalmente cerca del tronco y a bastante altura.

El nido es una taza compuesta de ramitas, musgo, líquenes y algo de tierra mezclada.

En este nido deposita la hembra de tres a cuatro huevos. Subelípticos, lisos y brillantes, de color azul pálido, muy finamente moteado.

La incubación dura unos dieciocho días, permaneciendo en el nido los polluelos entre veintiuno y veintiocho días. Con la llegada del otoño los cascanueces se acercan a los valles, frecuentando los avellanos para alimentarse de sus frutos.

Bloquean las avellanas con una pata y la rompen con sólo unos picotazos. Los piñones los rompen al igual que un rompedor de nueces, con su potente pico.

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