lunes, 25 de junio de 2012

PAÍNO DE WILSON

PAÍNO DE WILSON

Las aves de alta mar o pelágicas van a tierra sólo para anidar: la mayoría viven en alta mar, lejos de tierra.
Estas aves marinas están caracterizadas especialmente por una curiosa formación en sus aberturas nasales. Éstas son unas excrecencias tubulares en la mandíbula superior en las que desembocan las cavidades nasales. Esta formación está relacionada con las glándulas de la sal de los paínos. Por medio de estas glándulas, estas aves pueden segregar el agua marina con su gran concentración de sal, que rebosa por los orificios nasales, y el líquido sobrante con menos sal la asimila su cuerpo. Por eso se explica que estas aves permanezcan tanto tiempo en alta mar bebiendo el agua de la mar.
El paíno de Wilson -que se encuentra entre estas aves pelágicas- tiene una longitud de dieciocho centímetros, un poco mayor que el paíno común, de color negro, con obispillo blanco y cola cuadrada, pero los pies palmeados de color amarillos sobresalen  detrás de la cola cuando vuelan, este vuelo es vibrante pero con planeos más largos.
Cuando van a tierra para criar se dirigen islas rocosas remotas.
Cuando los he visto en alta mar me parecían que corrían sobre la superficie del agua, pero pequeños chapoteos me indicaban que mojaban solamente los pies en el agua, cuando avistaban una presa en un intento de frenar para capturarla. Es una visitante estival desde el mar Cantábrico hasta la embocadura del estrecho de Gibraltar.
La hembra pone un huevo en una cámara revestida con fragmentos de raíces, en una galería de barro, o en agujeros entre las rocas.
Sigue regularmente a los buques y barcos de pesca; su dieta son pequeños cefalópodos, pequeños peces, crustáceos y moluscos. Se les ve picoteando la superficie del agua. También se lanza en picado para bucear bajo el agua apareciendo después como si fuera un corcho.

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